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El PreViaje 4 quedó habilitado desde hoy y hasta el 25 de abril para viajes que se realicen entre el 24 de mayo y el 30 de junio, período que incluirá dos fines de semana largos y que históricamente tienen la menor actividad turística del año.
Los turistas tendrán una semana para hacer sus compras turísticas y cargar sus comprobantes en la web del programa esperando devoluciones de 50% y de70%, enel caso depersonas afiliadas de PAMI.
¿A dónde se puede viajar?A todos los destinos del país.Sin embargo, al tratarse de viajes que se harán en mayo y junio, hay algunos lugares que son ideales para visitar en esta época otoñal. A continuación te contamos cuáles y por qué.
1. La Rioja
La Rioja es un lugar perfecto para conocer y visitar durante mayo y junio, sea durante los fines de semana largos o durante la semana.
Además del famoso Parque Nacional Talampaya, Patrimonio de la Humanidad y una de las Maravillas Naturales de Argentina, la provincia cuenta con muchos atractivos turísticos.
Uno es la Laguna Brava, un sitio RAMSAR que está ubicado a 4500 msnm y es un deleite para la vista. Todo el camino hasta llegar a destino ofrece colores, flora y fauna dignos de una postal, como así también formaciones rocosas, ríos y por supuesto, montañas nevadas adentrándose en la Cordillera de Los Andes.
Para los más preparados físicamente, se puede continuar el camino hasta el Cráter Corona del Inca, a unos 5500 msnm. Un imponente espejo de agua rodeado de montañas, glaciares y paz espera a las y los visitantes, en uno de los puntos más altos del país.
En la provincia también hay termas, hoteles 5 estrellas, museos y mucha historia. La naturaleza es la constante de La Rioja y hay lugares para ver de cerca cóndores, llamas, maras, zorros y toda la fauna tan característica de la zona.
2. Bariloche
Siendo el destino turístico más concurrido en las últimas ediciones,San Carlos de Barilocheparticipa nuevamente del programa y se ubica como la opción favorita de los viajeros. La ciudad rionegrina es muy recomendable fuera de temporada por varias razones.
La primera es que hay mucha menos gente, menos colas y más ambiente "local" en cada sitio. Marzo, abril, mayo y junio son meses recomendados para quienes quieren estar en la ciudad sin tanto turismo.
La segunda, es la oportunidad de aprovechar a pleno de su gastronomía: desde frambuesas y frutillas silvestres, que abundan en los muchos bosques de la zona, hasta el famoso cordero patagónico, truchas y premiados chocolates.
En Bariloche se pueden visitar decenas de lugares en la ciudad o en sus alrededores sin tener que gastar dinero, a pie, en colectivo las opciones son múltiples, mientras que con vehículo la oferta se extiende a sitios increíbles como Colonia Suiza, Puerto Pañuelo, Circuito Chico, Circuito Grande, los muchos lagos y ríos que se encuentran en las cercanías, la Península San Pedro, Villa Tacul, Villa Traful, Villa La Angostura y muchos otros sitios donde los paisajes se llevan todo el protagonismo.
3. Salta
Conocida como ‘La Linda', Salta es una provincia que enamora con su comida típica, arquitectura colonial y paisajes inolvidables.
Desde la capital, con un centro que alberga edificios históricos muy bien conservadosy una gran muestra de arquitectura colonial, las famosas peñas que animan su vida nocturna y la "escapada" a San Lorenzo, un pintoresco barrio residencial al pie de las montañas.
Los coloridos paisajes y los pueblos con fuerte identidad cultural marcan todo recorrido por Salta, especialmente hacia el sur, por la ruta 68 que atraviesa la fantástica Quebrada de las Conchas rumbo a Cafayate, en los Valles Calchaquíes.
Las peñas salteñas, famosas en todo el país, se pueden presenciar cada noche y en cualquier rincón de la provincia. En su capital, la calle Balcarce hace los honores con bailes en vivo, degustación de platos típicos y muchísima música. La más conocida es la Peña de Balderrama. Otra muy recomendada se hace en La Casona del Molino.
Entre los imperdibles de la capital están el Museo de Arqueología de Alta Montaña, dedicado a la antropología andina, hogar de los Niños de Llullaillaco, y la casa museo del General Martín Miguel de Güemes, donde el prócer vivió junto a su familia.
