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Las innovaciones tecnológicas avanzan a un ritmo tan rápido que es fácil olvidar cómo realizábamos algunas tareas hace pocos años. La pandemia de Covid-19 aceleró muchos procesos de digitalización en la vida cotidiana, y las recetas electrónicas surgieron como una respuesta a esta nueva realidad, destacándose entre muchas otras innovaciones en el sistema de salud.
La seguridad en primer lugar
Una receta es un documento legal que autoriza prácticas o servicios de salud, respaldado tanto por el profesional que la prescribe como por quien los brinda. Es fundamental que el sistema de salud cuente con mecanismos que permitan distinguir una prescripción válida de una falsificada y prevenir la proliferación de recetas fraudulentas.
Las recetas electrónicas y/o digitales significan una mejora importante en términos de seguridad, ya que son trazables, únicas, identificables, y una vez generadas en un sistema digital, no pueden ser modificadas.
Las plataformas homologadas para la prescripción se encuentran interconectadas entre sí, con los centros de salud y con las farmacias mediante reglas y estándares de seguridad internacionales. El contenido de cada receta relacionado con el paciente al que se le indicó se mantiene oculto o "cifrado" para intermediarios, y solo se muestra cuando el proceso lo requiere.
Hoy se está trabajando para conectar también a los centros de salud que realizan estudios indicados por profesionales, para replicar el modelo que ya está afianzado con los medicamentos para las prescripciones de prácticas, ya que el decreto también las incluye.
Sustentabilidad del sistema de salud
La adopción de recetas electrónicas demuestra un ahorro significativo en insumos en muchas farmacias, donde más del 50% de las ventas ya se realizan mediante esta modalidad. Los profesionales de la salud pueden reemplazar blocs, recetarios y plumas por aplicaciones accesibles desde smartphones o internet, lo que representa ahorros tanto a nivel individual como a escala nacional.
Para los pacientes, esta modalidad evita pérdidas, problemas de interpretación o mala confección, reduce traslados y ofrece mayor libertad para adquirir medicamentos o realizar estudios.
En su reporte social 2020-2023, OSDE destacó que sustituir documentos en papel por su versión digital reduce el consumo de árboles, la contaminación por producción de papel y los recursos necesarios para fabricarlo.
La empresa de medicina prepaga trabaja hace más de dos años conectando a su red prestacional y los principales sistemas y plataformas del mercado, con más de 100 prescriptores interoperando y casi 6000 farmacias conectadas a la nube de Recetas Electrónicas OSDE. En este periodo, se generaron más de 5 millones de recetas electrónicas, emitidas por aproximadamente 35,000 profesionales en todo el país.
La prescripción electrónica permite a los usuarios de OSDE realizar compras parciales, adquirir medicamentos en distintos momentos o farmacias según su conveniencia. Además, la plataforma Consultorio Digital OSDE facilita la atención con profesionales de la cartilla, y próximamente podrán acceder al resumen de sus prescripciones desde la app para socios, añadiendo un factor más de seguridad y comodidad.
Mejora en la calidad de los servicios de salud
La facilidad de acceso a los medicamentos ayuda a los pacientes a seguir las indicaciones profesionales, mejorando la calidad de los servicios de salud en su conjunto.
La interoperabilidad y la interconexión de sistemas entre distintas instituciones y subsectores de salud son esenciales para maximizar los beneficios de la receta electrónica y otras iniciativas digitales.
En resumen, la adopción de la receta electrónica no solo representa un avance tecnológico, sino también una transformación significativa en la seguridad, eficiencia y sostenibilidad del sistema de salud. Este modelo facilita el acceso a tratamientos de manera más ágil y segura, reduce el impacto ambiental y optimiza la gestión de recursos.
A medida que más centros de salud y farmacias se integran a este sistema, los beneficios se multiplican, consolidando un futuro donde la salud digital es sinónimo de calidad y bienestar para todos los pacientes.
