Laura Maffei: "La investigación clínica es clave para la medicina y la economía del país"
Con una combinación de talento, infraestructura de calidad y regulaciones modernas, el país se posiciona como un referente en innovación médica y un motor de inversión internacional.
La investigación clínica es la base de todos los avances terapéuticos y tecnológicos en medicina. Cada medicamento que llega al mercado fue sometido a rigurosos ensayos clínicos en diversas fases, desde la evaluación inicial de seguridad en humanos (fase 1), hasta la fase de farmacovigilancia (fase 4), en la que se supervisa el impacto a largo plazo en la población.
En diálogo con El Cronista, la Dra. Laura Maffei, médica endocrinóloga y presidenta de Maffei Centro Médico e Investigación Clínica Aplicada, destacó el papel clave de la investigación clínica en el avance científico, su impacto en la calidad de vida de los pacientes y su contribución al desarrollo económico nacional.
Con una trayectoria de más de dos décadas en el sector, Maffei mencionó cómo Argentina se consolida como un referente regional y global, gracias a su infraestructura, talento profesional y marcos regulatorios que favorecen esta actividad.
"Este proceso es fundamental para garantizar tratamientos más eficaces, con menos efectos secundarios y adaptados a las necesidades actuales de los pacientes. Por ejemplo, los avances en medicamentos para enfermedades autoinmunes, la obesidad, aquellos que disminuyen el riesgo cardiovascular y oncológicos y otros, han permitido desarrollar terapias más potentes y específicas, mejorando notablemente los resultados clínicos, incluso enfermedades poco frecuentes que hasta ahora no tenían tratamiento", explica la Dra. Maffei.
Además, los avances en tecnologías médicas, como los dispositivos quirúrgicos, equipos de medición de glucosa, entre otros, transformaron enfermedades antes consideradas intratables en condiciones manejables.
Argentina como líder regional en investigación clínica
Con un crecimiento sostenido en los últimos años, Argentina logró posicionarse como un destino privilegiado para la realización de ensayos clínicos. Según datos de la Cámara Argentina de Organizaciones de Investigación Clínica (CAOIC), el país cuenta con más de 3500 profesionales especializados y un sólido marco regulatorio liderado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Este organismo, reconocido por su calidad y rigurosidad, mejoró significativamente los tiempos de aprobación de protocolos, pasando de 137 días en 2017 a solo 65 en 2022, lo que facilita la atracción de inversiones internacionales.
Además, la diversidad de la población argentina -en términos étnicos, socioeconómicos y geográficos- ofrece una ventaja única para realizar muestras representativas y abordar una amplia variedad de patologías. Este aspecto fue clave para atraer proyectos en áreas terapéuticas como oncología, aparato cardiovascular, inmunología y enfermedades raras, entre otras.
Un ejemplo destacado es la elección de Argentina como base para el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 por parte de Pfizer, lo que reafirma la confianza de la industria global en la capacidad y calidad del país.
"Argentina tiene una tradición de excelencia en investigación clínica, con médicos y centros que cumplen los más altos estándares internacionales", asegura Maffei.
Impacto económico y potencial de crecimiento
La investigación clínica no solo es un motor de innovación médica, sino también un sector con un impacto económico significativo. Según datos del CAOIC, la inversión en investigación clínica representó el 42,5% del gasto empresarial en I+D en Argentina durante 2022, con un crecimiento del 130% en los últimos cinco años. También, el sector duplicó la cantidad de expertos dedicados a esta actividad.
Sin embargo, el potencial de crecimiento es aún mayor. Actualmente, Argentina participa en apenas el 0,3% del mercado global de investigación clínica, pero las proyecciones indican que podría alcanzar hasta un 5% -según el estudio -, lo que generaría ingresos significativos en divisas y fortalecería el sistema de salud.
"Cada vez que una industria farmacéutica internacional decide desarrollar un medicamento en Argentina, ingresa dinero al país, no solo para financiar los estudios, sino también para pagar a los profesionales en dólares. Esto lo convierte en una forma de exportación sumamente atractiva", comenta la endocrinóloga.
Innovación tecnológica en la investigación clínica
En el ámbito local, la innovación tecnológica está marcando una diferencia significativa. En el centro dirigido por la Dra. Maffei, la incorporación de tecnología avanzada como la historia clínica electrónica, el monitoreo remoto y un robot desarrollado por la empresa argentina Apelie Robotics, conocido como "Pachi", optimiza los procesos internos. Este robot, creado por la startup cordobesa, se encarga de transportar medicamentos dentro del centro, una muestra de cómo la robótica puede integrarse eficazmente en la medicina.
La inteligencia artificial (IA) también juega un rol más prominente en los nuevos diseños de los estudios. "La IA ayuda a buscar diseños más ágiles de los estudios optimizando los procesos estadísticos con un menor número de pacientes. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también reduce los costos y el tiempo necesarios para llevar nuevos medicamentos al mercado", explica la Dra. Maffei.
Desafíos y oportunidades hacia el futuro
Aunque los avances son notables, aún existen desafíos por superar. Uno de los principales es la mejora en la eficiencia de los comités de ética en el interior del país.
"Es un tema para tratar la agilización de los procesos administrativos y establecer tiempos claros como objetivo. Esto incluye la gestión de documentación, por ejemplo las respuesta a las factibilidades -que nosotros realizamos en 72 horas- y la respuesta a los contratos, así como la gestión de documentación, formularios y otros trámites necesarios, que suelen representar una carga extra al trabajo habitual que ya se hace. Cuánto más eficientes seamos en Argentina, ya sea en los centros de investigación, los comités de ética o la ANMAT, más estudios podremos captar. Esto no solo beneficiará a los médicos, al permitirnos acceder antes a tecnologías y medicamentos innovadores, sino también a los pacientes, que podrán contar con tratamientos de última generación más rápido que en otros países", advierte Maffei.
Además, la formación de médicos y pacientes es otro aspecto crítico. Según la Dra. Maffei, es fundamental explicar la importancia sobre los ensayos clínicos y garantizar que tanto los profesionales como los participantes comprendan los beneficios y responsabilidades involucradas.
"El futuro es prometedor. Si seguimos invirtiendo en innovación y formación, y mejorando nuestros tiempos y procesos, podremos no solo atraer más proyectos internacionales, sino también mejorar la calidad de vida de miles de personas dentro y fuera del país", concluyó Maffei.