La caída en el volumen de exportaciones de commodities, como en el caso del hierro, a China este año no fue suficiente para revertir la creciente dependencia de Brasil en relación al mercado del país asiático, según un relevamiento de la Asociación de Comercio Exterior.
Entre enero y agosto, más de 70% de las ventas de soja de Brasil fueron a China, que también absorbió un quinto de los u$s 14.000 millones de petróleo brasileño vendido fuera del país y poco menos de la mitad de las exportaciones de mineral de hierro, que totalizaron u$s 20.500 millones.
El superávit de Brasil en el comercio con China, de u$s 6.980 millones equivale a más de la mitad de todo el saldo comercial brasileño en el período.
Los datos sobre el comercio exterior indican un crecimiento constante de China en las exportaciones brasileñas de soja, desde el año 2000, cuando representaban poco más de 15% del total de las ventas de ese producto.
En el caso del hierro, el avance de la participación china fue ininterrumpido desde 2009, cuando el país llegó a representar casi 53% del total de exportaciones brasileñas del metal. Desde entonces, como la caída en la demanda de China fue más alta que la de otros mercados, como Japón, Corea del Sur y Taiwán, la parte china en las exportaciones brasileñas de mineral cayó, pero siempre osciló por encima del 46%.
La decisión del gobierno de Estados Unidos de buscar fuentes más confiables de abastecimiento fuera de Medio Oriente llevó al petróleo brasileño a tener un papel más relevante en el mercado de ese país, y China comenzó a absorber menores cantidades, aunque todavía expresivas. Los chinos, que llegaron a comprar un cuarto del petróleo exportado por Brasil en 2010, este año adquieren poco más del 20%.
Para el gobierno, el peso de China en el comercio exterior brasileño refleja la mayor presencia internacional del país asiático. La participación china es alta en este momento; evidentemente a ningún país en el mundo le conviene concentrar las ventas en un único socio, reconoció la secretaria de Comercio Exterior, Tatiana Prazeres, que, sin embargo no considera extremadamente preocupante el peso de China sobre las exportaciones del país. Lo que se observa en Brasil se repite en otros países y refleja el papel cada vez más importante de China en el comercio global, agregó la funcionaria.
Prazeres dijo que el gobierno acompaña con atención la evolución del comercio con lo chinos y comentó que el impacto de la retracción del país asiático -como la desaceleración en mercado de Europa -sería peor si Brasil no hubiera diversificado exportaciones y mercados.
En el caso de la propia China, que anuncia una estrategia contra la crisis basada en el incentivo al mercado doméstico, el gobierno intenta buscar mercados para productos que no sean commodities, que dominan la pauta comercial. En noviembre, una misión dirigida por el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, irá a China con 30 empresarios, para buscar compradores de productos como carnes, vino, café y alimentos procesados.
Nuestro mayor desafío allá no es desconcentrar nuestras exportaciones en relación a China, sino diversificar la lista de productos que vendemos a los chinos, afirmó la secretaria.
Para el vice-presidente de la AEB, José Augusto de Castro, la caída de las exportaciones de commodities puede llevar a una ligera reducción de la parte de China en el comercio exterior brasileño, porque las ventas de manufacturas tienden a estabilizarse en un futuro próximo. Pero el peso de los chinos en el mercado consumidor mundial de productos de Brasil vincula el desempeño del comercio exterior al momento económico del gigante asiático.
China compra hoy el 18,2% de las exportaciones brasileñas, casi el mismo tamaño que ocupa toda América latina o la Unión Europea, ambas con participación por encima del 20%.
Lo que más llama la atención, junto al peso de China sobre el desempeño comercial brasileño es su rápido crecimiento relativo. El país asiático consume 31% de las ventas externas de productos básicos brasileños (como mineral de hierro, petróleo y granos), un porcentaje importante si se lo compara con la situación de hace una década, cuando los chinos representaban poco más de 1,5% del mercado externo de Brasil.
Entre los productos elaborados exportados por Brasil, apenas 2% van a China, contra 0,5% a comienzos de la década.