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A casi dos décadas de su entrada en servicio, el F-22 Raptor continúa siendo una joya tecnológica imposible de igualar. Este caza de quinta generación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) fue diseñado con un único propósito: garantizar la superioridad aérea total.

En 2025, sigue siendo el único avión del planeta que combina baja observabilidad, supercrucero y fusión avanzada de sensores, características que lo mantienen en la cima del poder aéreo global.

Por qué el F-22 Raptor de EE. UU. es el más completo

El F-22A Raptor integra una arquitectura única basada en tres pilares:

  • Diseño furtivo (stealth), que reduce su firma ante radares enemigos y le permite aproximarse sin ser detectado.
  • Supercrucero, o la capacidad de volar a velocidades supersónicas sin usar poscombustión, lo que mejora el rendimiento y reduce su exposición térmica.
  • Fusión de sensores, un sistema que recopila información del entorno, la analiza en tiempo real y la presenta al piloto antes de que el enemigo siquiera lo detecte.

Gracias a estas ventajas, el F-22 puede interceptar objetivos a grandes distancias, empleando una configuración interna de seis misiles AIM-120 y dos AIM-9, sin comprometer su sigilo.

Cuáles son los desafíos operativos de esta aeronave

Aunque su diseño se mantiene imbatible, el Raptor enfrenta retos de disponibilidad. Según la Asociación de Fuerzas Aéreas y Espaciales, durante el año fiscal 2024 el F-22 tuvo una tasa de aeronaves listas para misión del 40,19%, una de las más bajas desde su entrada en servicio.

El Departamento de Defensa implementa actualizaciones periódicas conocidas como “liberaciones por bloques”, que integran nuevas versiones de software, sensores y misiles. Durante 2024, el programa completó pruebas reales con misiles AIM-120 y avanzó hacia el paquete R4, previsto para evaluación operativa en 2025.

Sin embargo, las restricciones impuestas por la Administración Federal de Aviación (FAA) limitan el uso de su enlace de datos Link 16, afectando parte de las pruebas en territorio estadounidense.

Un arma que Estados Unidos prohíbe exportar

El F-22 Raptor no puede venderse ni transferirse a ningún otro país del mundo. La llamada “Enmienda Obey”, aprobada por el Congreso estadounidense en 1998, prohíbe destinar fondos a su exportación o licenciamiento.

Esa medida convirtió al F-22 en una capacidad exclusiva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, sin versiones aliadas que amplíen su producción o entrenamiento. A diferencia del F-35 Lightning II, que se comercializa a socios estratégicos, el Raptor sigue siendo un símbolo de poder nacional reservado únicamente para Washington.

Cuáles son los principales rivales del avión estadounidense

China y Rusia encabezan la carrera por igualar al Raptor. El J-20 Mighty Dragon de Beijing y el Su-57 Felon ruso son considerados cazas de quinta generación, aunque especialistas señalan que ninguno iguala el nivel de fusión de sensores, maniobrabilidad y discreción radar del F-22.

Europa, por su parte, avanza en la modernización de plataformas 4.5 como el Eurofighter Typhoon y el Rafale F4, equipados con radares AESA y sistemas de guerra electrónica de nueva generación.

Aun así, el F-22 continúa siendo la referencia técnica y operativa en combate aéreo más allá del alcance visual, manteniendo un dominio estratégico que ningún otro avión ha logrado replicar.