

En medio de un clima de creciente inestabilidad internacional por disputas territoriales y carreras armamentísticas, se confirma lo que para muchos analistas era el peor escenario posible: China, Rusia y Corea del Norte han consolidado una alianza estratégica con un claro frente común contra Estados Unidos y sus aliados occidentales.
La coordinación entre estas tres potencias no solo incrementa la tensión global, sino que plantea la posibilidad real de un nuevo eje militar capaz de desafiar el poder estadounidense en múltiples frentes.
Tiembla Estados Unidos: tres superpotencias se aliaron en su contra y amenazan con dominar el mundo
La presencia conjunta de Vladimir Putin y Kim Jong Un en el más reciente desfile militar en Pekín, acompañando a Xi Jinping, fue la demostración simbólica más clara de esta alianza.
El gesto, cargado de mensajes políticos, dejó en evidencia que los tres países no solo coordinan ejercicios y acuerdos estratégicos, sino que también buscan proyectar unidad frente al mundo, enviando una señal directa a Washington y sus aliados.
En este contexto, cada país aporta una ventaja clave a la alianza:
- China, con su peso económico y su creciente poderío naval y tecnológico, se posiciona como el motor financiero y logístico.
- Rusia, con su arsenal nuclear y experiencia militar en conflictos recientes, representa el músculo bélico y estratégico.
- Corea del Norte, con su imprevisibilidad y desarrollo en misiles balísticos, funciona como un actor de presión constante en la península coreana.
Xi Jinping, Putin y Kim juntos en un desfile militar: ¿una señal para el mundo?
La presencia de Putin y Kim Jong Un junto a Xi Jinping en el último desfile militar chino no fue un gesto protocolar, sino un mensaje geopolítico cuidadosamente calculado ya que representa:
Unidad frente a Occidente
La exhibición conjunta de los tres líderes busca demostrar que existe un bloque cohesionado dispuesto a coordinar acciones frente a la presión de Estados Unidos y la OTAN.
Proyección de fuerza
Los desfiles militares en China no solo muestran avances tecnológicos y poder bélico, sino que funcionan como un instrumento de propaganda interna y externa. La participación de líderes extranjeros refuerza la imagen de China como epicentro de un nuevo eje de poder mundial.
Desafío al orden occidental
La foto de los tres mandatarios juntos contrasta con las cumbres del G7 o la OTAN, enviando el mensaje de que hay una alternativa al orden liderado por Washington.

Señal preventiva
Al exhibir esta cercanía en público, los tres países buscan disuadir a Estados Unidos de acciones militares directas en áreas de conflicto como Ucrania, Taiwán o la península coreana, recordando que cualquier movimiento tendría consecuencias de escala mayor.
¿Esta alianza puede desatar una Tercera Guerra Mundial?
Si bien los líderes de los tres países no han declarado abiertamente una intención bélica, sus ejercicios militares conjuntos, el intercambio de tecnología armamentista y el discurso cada vez más hostil hacia Occidente alimentan los temores de unconflicto de escala global. La posibilidad de que una crisis regional -ya sea en Ucrania, Taiwán o la península coreana- sirva de detonante de una confrontación mayor no puede ser descartada.











