El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha implementado un nuevo programa que podría lidiar con aquello que ha denominado una "conspiración" por parte de la Agencia de Inteligencia Central (CIA).
La decisión consta de una serie de renuncias voluntarias para los empleados de la organización, lo que ha generado controversia. Mientras algunos lo ven como un ajuste administrativo, otros creen que busca eliminar oposición interna dentro de la agencia federal.
El director de la CIA, John Ratcliffe, aseguró que la medida alinea a la agencia con las prioridades de seguridad nacional. Sin embargo, la falta de claridad sobre quiénes podrán acogerse a este programa ha generado incertidumbre y sospechas sobre su verdadero objetivo.
¿Qué dijo Trump sobre la "conspiración" de la CIA?
El líder republicano y sus aliados han manifestado en diversas ocasiones su creencia de que dentro de la CIA existe un "Estado profundo" que trabaja en su contra. Durante su primer mandato, acusó a miembros de la comunidad de inteligencia de filtrar información y de tratar de socavar su autoridad.
Según sus declaraciones, estos elementos internos han influido en la percepción pública de su gobierno y han obstaculizado sus políticas.
Algunos sostienen que la CIA ha priorizado el análisis por sobre la recolección de información clandestina y las operaciones encubiertas. Para ellos, esta reestructuración busca devolverle a la agencia su función original.
En este sentido, Ratcliffe ha defendido la necesidad de fortalecer la parte operativa de la agencia y ha dejado claro que quienes no compartan esta visión deberían considerar otras oportunidades laborales.
¿Cuál fue su primer paso para lidiar con ella?
El primer paso concreto para esta reestructuración fue la implementación del programa de renuncias voluntarias en la CIA. A través de este esquema, los empleados pueden abandonar sus cargos con un paquete de compensación equivalente a ocho meses de salario y beneficios.
Esta medida, que hasta ahora no se había aplicado de manera tan amplia en agencias de seguridad nacional, busca reducir el tamaño de la burocracia y asegurar que el personal restante se alinee con las prioridades del gobierno.
Sin embargo, la aplicación de este programa dentro de la CIA sigue generando dudas. A diferencia de otras agencias civiles, algunos empleados podrían no ser elegibles para la renuncia, lo que sugiere una selección estratégica del personal que continuará en funciones.
Además, la administración de Trump ha adelantado que, una vez finalizado el período de renuncias, podría llevar a cabo despidos masivos dentro del gobierno, en lo que se ha denominado "Reducción de Fuerza".