

En un movimiento que ha despertado inquietud en Washington y en la comunidad internacional, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, llamó a una reunión de emergencia con los principales mandos militares de Estados Unidos en la base de Quantico, Virginia.
La cita, fijada para el 30 de septiembre, reúne a generales y almirantes de todos los rangos, incluso a quienes se encuentran desplegados en zonas de conflicto en Europa, Oriente Próximo, África y Asia-Pacífico.
El Pentágono confirmó que Hegseth se dirigirá a ellos, aunque no aclaró si el presidente Donald Trump participará. La decisión sorprende, ya que este tipo de encuentros suele realizarse mediante sistemas seguros de videoconferencia y no de forma presencial, lo que alimenta especulaciones sobre la gravedad del contexto.
Recortes y destituciones en la cúpula militar
La convocatoria se enmarca en la serie de recortes y destituciones que han marcado la gestión de Hegseth, quien recientemente cambió el nombre del Departamento de Defensa a Departamento de Guerra. Desde mayo, ordenó eliminar un 20% de los oficiales de cuatro estrellas y reducir en un 10% el número total de generales y almirantes.

Entre los relevados figuran figuras de peso como Charles Q. Brown Jr., jefe del Estado Mayor Conjunto; Lisa Franchetti, jefa de Operaciones Navales; y Linda Fagan, comandante de la Guardia Costera. También se apartó a altos oficiales como James Slife, de la Fuerza Aérea, y a la vicealmirante Shoshana Chatfield, representante de EE.UU. en la OTAN.
El propio jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, David Allvin, anunció que se retirará en noviembre tras recibir una "invitación" para hacerlo. Una característica que no pasó desapercibida es que muchos de los cesados eran mujeres u oficiales de minorías raciales, lo que generó fuertes críticas en distintos sectores.
Estados Unidos aplica una nueva estrategia de defensa
Además de los ceses, Hegseth implementó una política de control estricto sobre ascensos, investigando incluso las relaciones personales y publicaciones en redes sociales de los candidatos a generales de una o dos estrellas. También limitó la participación de los altos mandos en actos públicos, exigiendo autorización previa del Pentágono.
En paralelo, su equipo elaboró un borrador de la nueva Estrategia Nacional de Defensa, que prioriza la seguridad interior y la defensa del hemisferio occidental, dejando en un segundo plano el enfrentamiento con China. Esta orientación refuerza la visión de la Administración Trump, que busca un mayor enfoque en América Latina y el Caribe.
Despliegue en el Caribe y tensión con Venezuela
Estados Unidos mantiene un amplio despliegue naval en el Caribe, como parte de su ofensiva contra el narcotráfico vinculado al régimen de Nicolás Maduro. Entre los buques que operan en la región se encuentran el USS Iwo Jima, USS San Antonio, USS Fort Lauderdale, USS Lake Erie y el submarino USS Newport News, apoyados por aeronaves de patrulla y helicópteros.
Estas fuerzas ya protagonizaron operaciones contra embarcaciones que Washington califica como "lanchas de narcoterroristas venezolanos", un hecho que suma tensión al contexto político y militar en la región.












