En esta noticia
Un ícono del entretenimiento en la costa oeste de Estados Unidos se despide. El legendario parque California's Great America, ubicado en Santa Clara, en el corazón de Silicon Valley, cerrará definitivamente sus puertasal final de la temporada 2027, poniendo fin a casi cinco décadas de historia, atracciones y recuerdos familiares.
El anuncio fue confirmado por Brian Witherow, director financiero de Six Flags, durante una sesión con inversionistas. La decisión responde a cambios en el contrato de arrendamiento del terreno y a la nueva estrategia de reestructuración empresarial tras la fusión entre Six Flags y Cedar Fair.
"A menos que decidamos extenderlo y ejercer una de nuestras opciones para aplazar ese contrato de arrendamiento, el último año de California's Great America sería después de la temporada de 2027", explicó Witherow.
Por qué cierra California's Great America
Aunque originalmente se había proyectado el cierre para 2033, luego de la venta del terreno a una firma de logística en 2022, la reestructuración empresarial aceleró los tiempos, y la nostalgia ya comienza a sentirse entre los fanáticos del parque.
Para Santa Clara, la clausura representa una pérdida simbólica y económica, ya que el parque ha sido un motor de turismo y empleo en la región desde su apertura en 1976.
Últimos años del parque: ¿cuándo es el cierre definitivo?
Aunque el cierre está confirmado para 2027, aún quedan algunas temporadas para disfrutar por última vez de atracciones emblemáticas como Gold Striker, Flight Deck y RailBlazer, entre otras.
Para muchos visitantes, será una carrera contrarreloj para revivir la magia antes de que el parque baje la cortina de forma definitiva.
Six Flags también cerrará parques en Maryland
Además del cierre en California, Six Flags anunció que cerrará Six Flags America y su parque acuático Hurricane Harbor, ubicados en Maryland, el próximo 2 de noviembre de 2025. Ambas decisiones forman parte de una estrategia de consolidación de activos de la compañía.
Estas clausuras marcan un antes y un después para la industria del entretenimiento en Estados Unidos, dejando atrás recintos que, por décadas, fueron sinónimo de alegría para miles de familias.