Cada vez que se anuncia un cambio de hora, la conversación suele girar en torno al sueño, la productividad o la adaptación de la rutina. Sin embargo, en 2025 la decisión de adelantar el reloj adquirió un sentido muy distinto.
No se trata de un ajuste convencional, sino de un movimiento histórico que refleja la magnitud de las amenazas actuales. Un gesto simbólico que, por primera vez, nos coloca más cerca que nunca de un escenario límite para la humanidad.
¿Qué significa este cambio de hora confirmado en 2025?
El llamado Reloj del Juicio Final fue adelantado a 89 segundos antes de la medianoche, la posición más crítica desde su creación en 1947. Este reloj, administrado por el Bulletin of the Atomic Scientists, simboliza lo cerca que está la humanidad de una catástrofe global, tomando en cuenta factores como armas nucleares, crisis climática y avances tecnológicos.
Según los expertos, la decisión refleja un panorama alarmante: el tercer año de guerra en Ucrania, la escalada de conflictos en Medio Oriente, el aumento de arsenales nucleares, y el impacto de un 2024 que fue el año más caluroso de la historia, superando los 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales.
¿Por qué los científicos advierten que estamos más cerca del fin?
El panel que administra el reloj señala que los riesgos actuales se agravan por la expansión de la desinformación y el uso de tecnologías como la inteligencia artificial, que dificultan distinguir entre hechos y falsedades. Esto, advierten, fortalece a líderes que desestiman la ciencia y los derechos humanos, lo que aumenta la inestabilidad global.
Entre los principales factores de riesgo destacan:
- La modernización de arsenales nucleares en potencias mundiales.
- La aceleración del cambio climático y sus efectos extremos.
- La propagación de enfermedades zoonóticas como la gripe aviar altamente patógena.
- El impacto de la desinformación y las conspiraciones en la opinión pública.
Para el Bulletin of the Atomic Scientists, Estados Unidos, Rusia y China tienen la responsabilidad principal de iniciar negociaciones serias que reduzcan estas amenazas. Solo así, señalan, podrá alejarse la humanidad de la medianoche simbólica que representa la destrucción total.