Un hallazgo arqueológico en la antigua ciudad de Betsaida, ubicada en el Parque Jordán de los Altos del Golán, al noreste del mar de Galilea, reveló una puerta milenaria que data de entre los siglos X y XI a.C., contemporánea al período del rey David.
El descubrimiento fue liderado por Rami Arav, profesora de la Universidad de Nebraska, quien destacó la importancia de este acceso monumental, considerado el más antiguo de todas las puertas rescatadas en ciudades hebreas.
Una puerta que reescribe la historia de Betsaida
La puerta formaba parte de una muralla defensiva diseñada para proteger a los habitantes de posibles invasiones. Según los investigadores, su conservación excepcional permite una visión única de cómo eran las fortificaciones en tiempos bíblicos.
Arav explicó que, en la época del Primer Templo, Betsaida era conocida como Zer, en referencia al pasaje de Josué 19:35, donde se enumeran las ciudades fortificadas de Israel.
Este hallazgo sugiere que la región primero habría estado bajo control de los arameos antes de ser ocupada por los israelitas, lo que podría replantear las interpretaciones históricas sobre la expansión del reino de David.
Hallazgos adicionales: joyas, monedas y templos históricos
Además de la puerta, los arqueólogos desenterraron joyas y monedas de gran valor histórico. Entre ellas destaca una moneda del año 35 a.C. que conmemora la alianza entre Cleopatra y Marco Antonio, de la cual solo existen 12 ejemplares en todo el mundo.
También se descubrieron restos de un templo romano construido en honor a Julia, hija del emperador Augusto, por orden de Filipo, hijo de Herodes, en el siglo I d.C. Este templo subraya la importancia simbólica y religiosa que mantuvo Betsaida a lo largo de los siglos como sitio de peregrinación cristiana.
Excavaciones durante 32 años para revelar un tesoro oculto
Los trabajos arqueológicos en Betsaida comenzaron hace más de tres décadas. El reciente hallazgo de esta puerta se suma a otros descubrimientos significativos en la región, como una fortificación monumental de la Edad de Hierro en la Ciudad de David, mencionada en el Libro de los Reyes y el Libro de Samuel.
Con más de 3000 años de antigüedad, estos descubrimientos refuerzan la conexión entre los relatos bíblicos y las evidencias arqueológicas, proporcionando nuevas perspectivas sobre los orígenes y la evolución de las antiguas ciudades israelitas.