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En los últimos años, el jengibre pasó de ser un ingrediente habitual en la cocina a convertirse en uno de los suplementos más consumidos en Estados Unidos. Su fama como aliado digestivo creció de manera explosiva, pero detrás de su popularidad surge una pregunta inevitable: ¿cuánto de lo que se dice sobre sus beneficios está respaldado por evidencia y cuánto responde a tradición o marketing?

Aunque ha sido utilizado durante siglos en distintas culturas, especialistas señalan que la investigación moderna sobre el jengibre todavía es limitada. Aun así, los estudios disponibles apuntan a que podría ser útil para aliviar malestares puntuales relacionados con las náuseas y ciertos trastornos digestivos.

Cómo actúa el jengibre dentro del cuerpo

El poder terapéutico de esta raíz se concentra en dos compuestos bioactivos: gingerol y shogaol. Investigadores explican que estas sustancias podrían bloquear señales neurológicas vinculadas a las náuseas, tanto en el sistema digestivo como en el cerebro, reduciendo la activación del “centro del vómito”.

Otra línea de investigación sugiere que el jengibre ayudaría a acelerar el vaciamiento gástrico, lo que disminuiría la sensación de pesadez luego de algunas comidas.

En los últimos años, el jengibre pasó de ser un ingrediente habitual en la cocina a convertirse en uno de los suplementos más consumidos en Estados Unidos. Imagen: archivo.
En los últimos años, el jengibre pasó de ser un ingrediente habitual en la cocina a convertirse en uno de los suplementos más consumidos en Estados Unidos. Imagen: archivo.

Si bien los mecanismos aún se estudian, los especialistas coinciden en que estos compuestos podrían explicar por qué muchas personas experimentan alivio tras consumirlo.

En qué situaciones el jengibre sí podría ayudar

Aunque circulan numerosas recomendaciones caseras, la evidencia científica disponible es más concreta en tres escenarios específicos. Además, la mayoría de estos estudios utilizaron cápsulas de polvo de raíz seca, no infusiones ni preparaciones artesanales.

1. Embarazo

Revisiones recientes indican que dosis de entre 500 y 1500 mg diarios podrían ayudar a disminuir la sensación de náuseas en mujeres embarazadas. No obstante, la reducción en los vómitos no parece ser tan significativa.

2. Pacientes en quimioterapia

Un ensayo clínico realizado con adultos sometidos a quimioterapia mostró que quienes tomaban 1200 mg de jengibre en polvo presentaron una menor intensidad de náuseas en comparación con el grupo que recibió placebo.

3. Recuperación postoperatoria

Algunos estudios también registraron beneficios en pacientes que experimentan náuseas tras una cirugía, aunque los resultados aún son variados.

Dónde la evidencia todavía no alcanza

A pesar de su popularidad, los expertos advierten que aún no hay pruebas sólidas de que el jengibre sea efectivo en situaciones como:

  • Gastroenteritis
  • Indigestión funcional
  • Resaca
  • Síndrome del intestino irritable
  • Mareo por movimiento

En estos casos, las afirmaciones suelen basarse en testimonios aislados o estudios demasiado pequeños para considerarlos concluyentes.

Cuál es la mejor forma de consumir jengibre

Aunque existen múltiples presentaciones —tés, caramelos, bebidas, extractos y raíces frescas—, la evidencia más consistente proviene de los suplementos en cápsulas, ya que permiten medir con precisión la cantidad de compuestos activos.

Para formas más tradicionales, como el té casero o el jengibre rallado, todavía no hay estudios que permitan compararlos con los resultados observados en ensayos clínicos.