Utilizado tradicionalmente en la cocina, el vinagre de manzana contiene una combinación de vitaminas, antioxidantes y ácidos naturales que favorecen la renovación celular y mejoran la textura del cutis. Los alfa-hidroxiácidos presentes en su composición actúan como un suave exfoliante que elimina las células muertas, estimula la regeneración de la piel y mejora su firmeza.
Además, este producto promueve la circulación sanguínea y la oxigenación celular, dos factores clave para mantener un aspecto más joven y uniforme. Con su uso regular, la piel luce más luminosa, con poros menos visibles y una reducción progresiva de manchas y pequeñas líneas de expresión.
Cómo preparar un tónico casero con vinagre de manzana
Los especialistas en cosmética natural recomiendan preparar un tónico facial diluyendo una parte de vinagre de manzana en dos partes de agua. Esta proporción ayuda a reducir la acidez del producto, evitando irritaciones y permitiendo un uso seguro incluso en pieles sensibles.
El tónico debe aplicarse con un algodón sobre la piel limpia, preferentemente por la noche, y enjuagarse al día siguiente con abundante agua. Para potenciar sus efectos, puede complementarse con una crema hidratante y protector solar durante el día.
Quienes buscan un tratamiento más nutritivo pueden añadir unas gotas de aceite de oliva, ideal para restaurar la barrera cutánea, o perejil picado, conocido por su acción despigmentante natural.
De esta manera, se obtiene una fórmula sencilla, económica y eficaz para suavizar arrugas y mejorar la firmeza de la piel. Para un uso seguro, se recomienda consultar con un especialista.