El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) comenzó a implementar una de las medidas más severas en materia migratoria de los últimos años.
Desde febrero de 2025, más de 26,700 inmigrantes han recibido Notificaciones de Comparecencia (NTA), documentos legales que inician el proceso de deportación de personas sin estatus legal en el país.
Nueva política de deportación automática en Estados Unidos
La acción forma parte de una estrategia promovida por la administración de Donald Trump, en el marco de la orden ejecutiva titulada "Protegiendo al Pueblo Estadounidense Contra la Invasión", que entró en vigencia este año.
A través de esta normativa, la USCIS está autorizada a rechazar solicitudes migratorias sin fundamento y, de forma automática, remitir al solicitante a procedimientos de remoción.
Según voceros de la agencia, la intención es "restaurar el sentido común" y frenar abusos que comprometen la integridad del sistema migratorio.
Fraude migratorio: revisión de casos de TPS y asilo
La USCIS denunció un aumento drástico en fraudes migratorios, con un promedio de 1,840 NTA por semana, lo que representa un incremento de más del 2,800% en comparación con el período de gestión de Joe Biden.
Parte de las investigaciones se centraron en solicitudes de asilo político y Estatus de Protección Temporal (TPS), que, según las autoridades, fueron usados de forma irregular por ciertos grupos de inmigrantes.
Además, la agencia intensificó la revisión de antecedentes y trabaja en conjunto con ICE (Inmigración y Control de Aduanas) para realizar operativos de control y fiscalización migratoria en todo el país.
¿Qué ocurre si pierdes el TPS y no tienes otra vía legal?
Una de las consecuencias más polémicas de esta política es que los inmigrantes que pierdan el TPS y no cuenten con otra vía legal para permanecer en Estados Unidos podrán ser removidos del país.
En estos casos, la USCIS recomienda utilizar la aplicación CBP One para gestionar una salida voluntaria antes de recibir una orden de deportación formal.
Más control, menos excepciones: el nuevo enfoque migratorio
Este cambio en la política refleja un giro profundo en la visión migratoria de la administración Trump. A diferencia de las medidas adoptadas bajo el gobierno de Biden, que priorizaban la regularización y los procesos humanitarios, la nueva normativa hace foco en la seguridad nacional, la prevención del fraude y la aplicación estricta de las leyes migratorias.
Para muchos activistas y organizaciones de derechos humanos, la medida podría significar una escalada en las deportaciones, afectando especialmente a quienes se encuentran en situaciones migratorias frágiles o en proceso de regularización.