Comprar una casa aunque se tenga mal crédito puede parecer inalcanzable, pero existen programas diseñados para quienes no cumplen con el puntaje mínimo que exigen los bancos tradicionales.
El secreto está en los préstamos respaldados por el gobierno, las hipotecas alternativas y la figura de un co-signatario, que permiten acceder a la vivienda con requisitos más flexibles y pagos iniciales más bajos.
¿Cuáles son las opciones para comprar una casa con mal crédito?
La primera alternativa para comprar una casa aunque se tenga mal crédito son los préstamos federales, que ofrecen tasas competitivas y condiciones más accesibles que las hipotecas convencionales.
Entre los más utilizados se encuentran:
- FHA loans (Federal Housing Administration): disponibles con puntaje desde 500 y un 10% de pago inicial, o desde 580 con solo 3,5%. Requieren seguro hipotecario y se aplican únicamente a vivienda principal.
- VA loans (Department of Veterans Affairs): dirigidos a militares y veteranos, sin pago inicial ni seguro hipotecario, aunque con una comisión de cierre entre 1,25% y 3,3%.
- USDA loans (Department of Agriculture): aplicables a zonas rurales y suburbanas, sin enganche mínimo, con una tarifa de garantía del 1% al inicio y 0,35% anual.
Hipotecas alternativas
También están disponibles los non-QM loans (hipotecas no calificadas), que ofrecen mayor flexibilidad en requisitos de ingresos y crédito. Estos productos resultan útiles para trabajadores independientes, recién graduados, personas con ITIN o con antecedentes de deuda.
¿Qué otras estrategias existen para lograr la compra de una casa?
Además de los préstamos, otra alternativa para comprar una casa aunque se tenga mal crédito es recurrir a un co-signatario. En este caso, un familiar o amigo firma junto con el solicitante, lo que otorga seguridad al banco y facilita la aprobación.
Sin embargo, esta estrategia implica riesgos importantes:
- El co-signatario comparte la responsabilidad del pago.
- Su historial crediticio también se ve afectado si hay atrasos.
- No obtiene beneficios de propiedad, ya que no figura en la escritura.
Refinanciar en el futuro
En caso de mejorar el puntaje crediticio con el tiempo, es posible refinanciar y pasar a un préstamo convencional. Esto permite eliminar costos adicionales, como el seguro hipotecario obligatorio en las FHA, y acceder a mejores condiciones a largo plazo.