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Mantener la relevancia de la moneda estadounidense es uno de los principales objetivos del Gobierno. La Oficina de Grabado e Impresión de los Estados Unidos (BEP) anunció que multará y sancionará con años de prisión a todas las personas que dañen los billetes de dólar a propósito.

Según la normativa vigente, cualquier persona que dañe o altere la moneda con la intención de volverla inutilizable o darle un valor distinto al que posee comete un delito federal.

Dólar: El Gobierno persigue a todas las personas que hacen esto con los billetes

El Título 18 del Código de Estados Unidos establece que está prohibido perforar, estampar, escribir, quemar o modificar billetes de curso legal si la acción busca alterar su valor o reutilizarlos de manera engañosa. También está penado cualquier intento de falsificación o reproducción de dólares sin autorización del Departamento del Tesoro.

El Servicio Secreto, encargado de investigar estos delitos, considera que manipular billetes para revenderlos, decorarlos o usarlos con fines de lucro puede ser interpretado como destrucción de moneda, y por lo tanto, un acto criminal.

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Las penas pueden alcanzar hasta 10 años de prisión federal y multas que superan los USD 5.000, dependiendo del daño o del propósito de la intervención.

Cuáles son las sanciones más comunes

Entre las sanciones previstas se incluyen:

  • Penas de hasta 10 años de cárcel para quienes falsifiquen o alteren billetes con fines de fraude.
  • Multas de hasta USD 5.000 para quienes destruyan o intervengan dinero intencionalmente.
  • Confiscación de todo el material utilizado en la alteración o reproducción de billetes.
  • Antecedentes penales permanentes en caso de condena, lo que limita la posibilidad de obtener beneficios migratorios o laborales en el país.

¿Cuáles son las acciones permitidas y cuáles no en los billetes?

Las autoridades federales aclaran que escribir notas o pequeñas marcas en los billetes sin intención de alterar su valor no constituye delito. Sin embargo, cualquier intervención que modifique la integridad, el diseño o el propósito del dinero puede ser considerada una violación federal.

El gobierno insiste en que todos los casos serán investigados por el Servicio Secreto y la Oficina del Tesoro, y recuerda que la moneda estadounidense es propiedad del gobierno, no del ciudadano. Por eso, toda manipulación indebida puede ser castigada con severidad, incluso si se realiza sin fines comerciales aparentes.