

Acceder a la jubilación en Estados Unidos depende de un requisito clave: haber acumulado suficientes créditos de la Administración del Seguro Social (SSA) durante la vida laboral. El sistema de créditos funciona como una medida de las aportaciones realizadas a través de los impuestos sobre la nómina o el trabajo independiente.
Aunque muchas personas piensan que solo importa la edad de retiro, lo cierto es que sin los créditos suficientes no es posible recibir la jubilación, por más años que se tengan. Por eso, el Gobierno aclaró cuántos son los necesarios y cómo se calculan.
Atención beneficiarios: ¿Cómo funcionan los créditos del Seguro Social?
Cada vez que un trabajador aporta al Seguro Social, va sumando créditos que se registran en su historial laboral. El máximo que se puede conseguir en un año es de 4 créditos, sin importar cuánto se gane por encima de ese umbral.

En 2025, se obtiene un crédito por cada 1.730 dólares en ingresos cubiertos, lo que significa que con 6.920 dólares anuales ya se alcanzan los 4 créditos completos. Este monto se ajusta año tras año según la inflación.
¿Cuántos créditos se necesitan para jubilarse?
Para acceder al beneficio de jubilación, la regla general exige 40 créditos, lo que equivale aproximadamente a 10 años de trabajo. No es necesario que sean años consecutivos: los créditos se acumulan a lo largo de toda la vida laboral.
Aunque se pueden seguir sumando créditos más allá de los 40, el requisito mínimo no cambia. Lo que sí influye en el monto de la jubilación es el promedio de ingresos de los 35 años mejor remunerados en el historial del trabajador.
¿Qué pasa si no se alcanza el mínimo de créditos?
Las personas que no llegan a los 40 créditos no pueden acceder a la jubilación propia del Seguro Social. En algunos casos, podrían obtener beneficios a través del historial laboral de un cónyuge o familiar.

Además, quienes alcancen el mínimo de créditos podrán optar por jubilarse a partir de los 62 años, aunque con una reducción en el monto mensual. Para cobrar la jubilación plena, la edad varía según el año de nacimiento y alcanza los 67 años para quienes nacieron en 1960 o después. Retrasar el retiro hasta los 70 años permite acceder al beneficio máximo.
















