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Aunque hay muchas patologías que no tienen cura y son no trasmisibles, existen varias enfermedades que pueden evitarse si te toman las prevenciones fundamentales y se reconocen los factores de riesgo.

Por eso, conoce todo lo que tienes que saber sobre síndrome de tourette y cuáles son los más efectivos tratamientos para aliviar los síntomas.

¿Qué es el síndrome de Tourette?

Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la enfermedad conocida como Síndrome de Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por la presencia de tics motores y vocales. Según información compartida por Mayo Clinic, estos tics son movimientos o sonidos involuntarios que pueden variar en frecuencia e intensidad.

El Síndrome de Tourette suele manifestarse en la infancia y puede afectar la vida diaria de quienes lo padecen. Aunque no existe una cura definitiva, hay tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los afectados.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Tourette?

Los síntomas del Síndrome de Tourette incluyen tics, que son movimientos o sonidos repentinos, breves e intermitentes. Los síntomas pueden variar de leves a graves y los síntomas graves pueden interferir con la comunicación, el funcionamiento cotidiano y la calidad de vida.

Los tics se clasifican en:

  • Tics simples. Implican un número limitado de grupos musculares.
  • Tics complejos. Involucran varios grupos musculares y son patrones de movimientos diferentes y coordinados.

Los tics pueden ser motores o vocales y los motores suelen comenzar antes que los vocales. El espectro de tics es diverso.

Además, los tics pueden:

  • Varían en tipo, frecuencia y gravedad.
  • Empeorar si estás enfermo, estresado, ansioso, cansado o emocionado.
  • Ocurrir durante el sueño.
  • Cambiar con el tiempo.
  • Empeorar en la adolescencia temprana y mejorar durante la transición a la edad adulta.

Antes de la aparición de los tics, es probable que se experimente una sensación corporal incómoda (impulso premonitorio) como picazón, cosquilleo o tensión. Al aparecer el tic, se siente alivio. Algunas personas pueden detener o contener temporalmente un tic con gran esfuerzo.

Cuándo consultar al médico

Consulta al pediatra de tu hijo si observas que realiza movimientos o sonidos involuntarios. No todos los tics indican síndrome de Gilles de la Tourette, ya que muchos niños desarrollan tics que desaparecen en forma natural. Es importante identificar la causa y descartar problemas de salud graves si un niño tiene una conducta inusual.

¿Cómo saber si una persona tiene síndrome de tourette?

El diagnóstico del síndrome de Tourette se basa en la historia clínica del paciente, ya que no existe una prueba específica para confirmarlo. Se consideran criterios como la presencia de tics motores y vocales, su frecuencia y duración, así como la edad de inicio y la exclusión de otras causas médicas o efectos de medicamentos.

Es importante que el médico evalúe los síntomas cuidadosamente, ya que los tics pueden confundirse con otros trastornos. Para descartar otras causas, se pueden realizar análisis de sangre y estudios de diagnóstico por imágenes, como resonancias magnéticas.

¿Cómo prevenir y tratar el síndrome de Tourette?

El tratamiento del síndrome de Tourette se centra en controlar los tics que afectan la vida diaria. Si los tics no son severos, es posible que no se requiera intervención. Sin embargo, cuando los tics interfieren significativamente, se pueden considerar diversas opciones de tratamiento.

Los medicamentos son una opción común para manejar los síntomas. Entre ellos se encuentran los que bloquean la dopamina, inyecciones de botulina y medicamentos para el déficit de atención. Es importante tener en cuenta los posibles efectos secundarios, como el aumento de peso o la exacerbación de los tics en algunos casos.

Además de los medicamentos, la terapia del comportamiento y la psicoterapia pueden ser útiles. Estas intervenciones ayudan a controlar los tics y a abordar problemas emocionales asociados, como la ansiedad o la depresión. En casos severos, la estimulación cerebral profunda puede ser considerada, aunque aún se encuentra en fase de investigación.