Astrónomos confirmaron el descubrimiento del primer agujero negro errante en nuestra galaxia. Con una masa de aproximadamente 7,15 veces la del Sol y viajando a una velocidad de 51 kilómetros por segundo, este coloso cósmico se encuentra a unos 4.958 años luz de la Tierra.
Lo más impactante: está completamente solo, sin una estrella compañera que lo delate, desafiando la forma en que la ciencia detecta estos objetos extremos.
El hallazgo fue posible gracias a una técnica conocida como microlente gravitacional, donde la gravedad de un objeto invisible (como un agujero negro) curva y amplifica la luz de una estrella ubicada detrás de él.
¿Qué significa descubrimiento del agujero negro para la humanidad?
Aunque no representa una amenaza directa a corto plazo, el descubrimiento de un agujero negro de estas características plantea serias preguntas sobre el futuro de la exploración espacial y la estabilidad galáctica. Se trata de un objeto que podría alterar órbitas planetarias o incluso devorar materia si pasara cerca de sistemas solares.
El hecho de que sea el primero de su tipo confirmado también sugiere que podrían existir miles o incluso millones de agujeros negros solitarios vagando por el universo sin ser detectados.
El descubrimiento del agujero negro en el espacio
Este agujero negro fue inicialmente identificado en 2011 por los proyectosOGLE y MOA, que captaron un extraño resplandor temporal en una estrella distante. Durante los siguientes 11 años, el Telescopio Espacial Hubble registró ocho observaciones distintas para confirmar que se trataba de un agujero negro aislado y no de otro fenómeno estelar.
Este fenómeno de microlente gravitacional solo se produce cuando hay una alineación exacta entre el agujero negro y una estrella de fondo, lo que hace que el brillo de la estrella aumente brevemente. Analizando este destello, los científicos pudieron calcular con precisión la masa y velocidad del objeto invisible.
Aunque un análisis de 2022 sugirió que el objeto podría ser una estrella de neutrones, nuevos datos publicados en 2024 incluyeron observaciones adicionales del Hubble y mejoras en la fotometría, lo que permitió descartar esa posibilidad. Los investigadores también descartaron la presencia de cualquier cuerpo cercano, lo que ratifica que se trata de un agujero negro solitario de masa estelar.
¿El principio del fin del mundo?
Aunque el agujero negro no representa un peligro inmediato para la Tierra, su existencia confirma que estos objetos pueden vagar libremente por el espacio, y abre la posibilidad de que alguno pase cerca de nuestro sistema solar en el futuro. Por eso, algunos expertos no dudan en advertir que la amenaza silenciosa de los agujeros negros errantes es real, y que podrían cambiar el destino de planetas enteros si se acercan lo suficiente.