

El priapismo es una condición médica caracterizada por una erección prolongada y dolorosa que no está relacionada con la estimulación sexual, según explicó Mayo Clinic. Esta situación puede durar varias horas y, si no se trata adecuadamente, puede causar daño permanente al tejido eréctil.
Existen diferentes tipos de priapismo, siendo los más comunes el priapismo isquémico, que es doloroso y ocurre cuando la sangre queda atrapada en el pene y el priapismo no isquémico, que es menos común y generalmente no causa dolor. Es importante buscar atención médica inmediata si se presenta esta condición.
Los síntomas del priapismo varían según el tipo de priapismo. Los dos tipos principales de priapismo son el isquémico y el no isquémico.
Priapismo isquémico
Los signos y síntomas incluyen los siguientes:
- Erección que dura más de cuatro horas o que no está relacionada con el interés o la estimulación sexual
- Cuerpo del pene rígido, pero la punta (glande) está blanda
- Dolor en el pene, que empeora progresivamente
Priapismo no isquémico
Los signos y síntomas incluyen los siguientes:
- Erección que dura más de cuatro horas o que no está relacionada con el interés o la estimulación sexual
- Cuerpo del pene erecto pero no completamente rígido
- No suele ser doloroso
¿Cómo saber si una persona tiene priapismo?
El diagnóstico de priapismo comienza cuando un paciente presenta una erección que dura más de cuatro horas, lo que requiere atención de emergencia. En la sala de emergencias, el médico evaluará si se trata de priapismo isquémico o no isquémico, ya que el tratamiento varía según el tipo. Para ello, realizará un examen físico y hará preguntas sobre los síntomas, como el dolor y la rigidez del pene.
Además del examen clínico, pueden ser necesarias pruebas de diagnóstico para identificar el tipo de priapismo y su causa. Estas pruebas incluyen la medición de gases en la sangre del pene, análisis de sangre, ecografías y análisis toxicológicos. Los resultados de estas pruebas ayudarán a determinar el tratamiento adecuado, que puede iniciarse incluso antes de recibir todos los resultados.

¿Cómo prevenir y tratar el priapismo?
El priapismo isquémico es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Para tratarlo, se puede realizar una descompresión por aspiración, donde se drena el exceso de sangre del pene con una aguja y jeringa. Este procedimiento alivia el dolor y puede detener la erección al eliminar la sangre mal oxigenada.
Además de la aspiración, se pueden utilizar medicamentos como la fenilefrina, que se inyecta en el pene para estrechar los vasos sanguíneos que llevan sangre al órgano. Esto permite que los vasos que drenan la sangre se abran, facilitando la salida del flujo sanguíneo. Es importante monitorear los efectos secundarios de este tratamiento.
En casos donde los tratamientos anteriores no sean efectivos, se puede recurrir a la cirugía para drenar la sangre o redirigir el flujo sanguíneo. Para el priapismo no isquémico, a menudo se recomienda observar y esperar, aunque compresas de hielo y presión en el perineo pueden ayudar. En algunos casos, se puede necesitar cirugía para reparar arterias o tejidos dañados.













