

Un nuevo estudio científico volvió a encender las alarmas sobre uno de los factores menos considerados en el desarrollo del Alzheimer: el sueño REM.
Publicado en la revista Alzheimer's & Dementia, el trabajo sugiere que las personas que tardan más en alcanzar esta fase del descanso tienen mayores probabilidades de presentar biomarcadores asociados con esta enfermedad neurodegenerativa.
¿Qué es el sueño REM y por qué es clave?
El sueño REM (por sus siglas en inglés, Rapid Eye Movement) es una fase del descanso en la que se producen los sueños más vívidos y que está directamente vinculada con funciones como la memoria y el aprendizaje. Según la Clínica Cleveland, esta etapa es esencial para consolidar la información adquirida durante el día.

Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que una transición más lenta hacia el sueño REM podría ser un indicio temprano del Alzheimer, lo que la convierte en una posible herramienta de detección temprana.
Así fue el estudio que detectó la relación entre sueño y Alzheimer
La investigación analizó a 123 participantes, divididos entre quienes tenían Alzheimer, deterioro cognitivo leve y función cognitiva normal. Todos fueron sometidos a un estudio del sueño y a pruebas para detectar biomarcadores neurológicos asociados a esta enfermedad.
Los resultados fueron contundentes: quienes tardaban más en llegar a la fase REM del sueño mostraban más probabilidades de tener indicios de Alzheimer. Aunque los científicos aclararon que se necesitan más investigaciones, destacaron que este patrón podría usarse como una señal de alerta temprana.
El sueño como posible factor de riesgo
La relación entre el sueño y el Alzheimer es un campo de estudio cada vez más relevante. Según la Sociedad de Alzheimer, aunque las personas con demencia suelen presentar trastornos del sueño, aún no está completamente claro si la mala calidad del descanso puede causar la enfermedad o es una consecuencia de ella.
Aun así, estudios recientes revelan que el 35% de quienes duermen mal desarrollan un síndrome cognitivo motor, considerado un precursor de la demencia.
"La mala calidad del sueño se relacionó con el Alzheimer", explicó el Dr. W. Christopher Winter, neurólogo y especialista en medicina del sueño. "En cambio, quienes mantienen rutinas regulares y descansan bien parecen reducir significativamente el riesgo de deterioro cognitivo".
¿Se puede prevenir el Alzheimer mejorando el descanso?
Si bien el Alzheimer no tiene una cura, cada vez más expertos coinciden en que mejorar la calidad del sueño podría retrasar o prevenir su aparición. Dormir las horas necesarias, evitar pantallas antes de acostarse, mantener horarios estables y crear un entorno propicio para el descanso pueden ser pequeñas acciones con un gran impacto en la salud cerebral.














