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Por esa razón, conoce qué es la colitis seudomembranosa, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores terapias disponibles.
¿Qué es la colitis seudomembranosa?
¿Cuáles son los síntomas de la colitis seudomembranosa?
La colitis seudomembranosa se caracteriza por varios síntomas, entre los que se incluyen:
- Diarrea acuosa.
- Dolor, sensibilidad o cólicos en el abdomen.
- Fiebre.
- Presencia de pus o mucosidad en las heces.
- Náuseas.
- Deshidratación.
Estos síntomas pueden manifestarse entre 1 a 2 días después de iniciar un tratamiento con antibióticos, o incluso meses después de haber finalizado el tratamiento.
¿Cómo saber si una persona tiene colitis seudomembranosa?
El diagnóstico de colitis seudomembranosa se basa en una combinación de pruebas que permiten identificar la infección por Clostridioides difficile. Una de las primeras herramientas es el análisis de muestras de heces, que busca la presencia de la bacteria en el colon. Además, un análisis de sangre puede revelar un aumento en el recuento de glóbulos blancos, conocido como leucocitosis, lo que sugiere una posible infección, especialmente si el paciente presenta diarrea.
Para una evaluación más detallada, se pueden realizar procedimientos como la colonoscopia o sigmoidoscopia, donde se examina el interior del colon en busca de lesiones características de la colitis seudomembranosa. En casos de síntomas graves, se pueden utilizar pruebas por imágenes, como radiografías o tomografías computarizadas, para detectar complicaciones serias como el megacolon tóxico o la ruptura del colon.
¿Cómo tratar la colitis seudomembranosa?
La colitis seudomembranosa, causada principalmente por la bacteria Clostridioides difficile, puede ser tratada y prevenido mediante varias estrategias. En primer lugar, es fundamental suspender el uso de antibióticos que puedan estar contribuyendo a la afección, ya que esto puede aliviar los síntomas de inmediato. Si los síntomas persisten, se recomienda el uso de antibióticos específicos, como la vancomicina o la fidaxomicina, que ayudan a restaurar el equilibrio de la flora intestinal.
En casos más graves o recurrentes, se puede considerar un trasplante de microbiota fecal, que consiste en introducir heces de un donante sano para restablecer la flora intestinal. Este procedimiento ha demostrado ser efectivo en pacientes con infecciones recurrentes por Clostridioides difficile. Además, el uso de bezlotoxumab, un anticuerpo monoclonal, puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia cuando se combina con antibióticos.
Finalmente, en situaciones críticas donde hay complicaciones como insuficiencia orgánica o ruptura del colon, la cirugía puede ser necesaria. Existen opciones menos invasivas, como la ileostomía en asa, que permiten limpiar el colon y mejorar la salud del paciente. La clave para prevenir la colitis seudomembranosa radica en el uso prudente de antibióticos y en la atención médica oportuna ante los primeros síntomas.