Tinder comenzó a gestarse en un hackathon organizado por Hatch Labs, una compañía que tenía bajo su poder los sitios de citas más importantes hasta el momento.
En esa reunión un grupo conformado por 6 programadores idearon lo que primero se llamó MatchBox que tenía como concepto base encontrar que una cita se volviera un juego. Por eso, se inspiraron en los mazos de cartas a la hora de crear la mecánica de match deslizando a la izquierda y la derecha para buscar perfiles.
La información primordial son imágenes, pero también se agregan descripciones en las que se pueden incluir datos de relevancia, o no, que expresen de alguna manera gustos y preferencias.