Paolo Rocca, el empresario al frente de Grupo Techint —el mayor holding industrial de la Argentina—, volvió a apuntar contra China, insistió en proteger la industria nacional y detalló cuáles fueron los tres factores que presionaron a las empresas este año.
En el cierre del evento anual Propymes y frente a proveedores, ejecutivos y la presencia de la diputada Patricia Bullrich, el ejecutivo dijo que “para un país es fundamental promover y defender la cadena de valor, sobre todo en los segmentos donde hay grandes potenciales de desarrollo”, planteó Rocca. Sostuvo, a su vez, que la Argentina cuenta con industrias “pujantes”, como la energía, la minería, la agroindustria y el sector automotor, y remarcó que “todas ellas necesitan infraestructura”. “Se necesita acero y productos sofisticados en toda la industria. Vemos esta situación como una oportunidad competitiva", afirmó.
El ejecutivo insistió en abrir un canal de comunicación con el Gobierno. “Creo que tenemos que abrir un diálogo con las autoridades y explicar que China tiene una actitud predatoria que responde a la conquista de una economía global", señaló. “Después, tenemos que competir y mejorar la competitividad de nuestras empresas, con una reforma laboral e impositiva”.
Rocca recordó que “el año pasado había dicho que había que nivelar la cancha”. Y agregó: “Ahora, además de eso, hay que proteger sin dudas la industria productiva nacional”.
También analizó los factores que afectaron este año a la actividad. “El mercado interno tuvo una fuerte caída en 2024 y, aunque mejoró en la primera parte de 2025, los datos de producción de octubre están por debajo de los del año pasado", advirtió.
El segundo punto fue la menor capacidad de penetración en mercados de exportación. “El primer año del gobierno de Trump fue una revolución en el comercio mundial por la competencia entre los Estados Unidos y China. Los aranceles sobre la cadena de valor del acero llegaron al 50% para todo el producto y sus derivados", señaló. Dijo, además, que Europa replicó ese esquema y que México y Canadá “hicieron lo mismo”. “Como grupo, tenemos que pagar tarifas del 50% para ingresar a Estados Unidos”, explicó.
El tercer factor fue la presión por importaciones. “China está invadiendo los mercados donde tiene acceso. Produce un 50% del acero mundial. En nuestro caso, nos afecta la sobreoferta. Están entrando con una actitud predatoria, con un comercio desleal", sostuvo.
En paralelo, destacó el rol de la cadena de valor argentina en sectores estratégicos. “La energía, la minería, el agro y la infraestructura tienen intensidad en nuestra actividad. Hay potencial y necesidad de inversión", afirmó. Y detalló el avance de su plan de inversión: “El año pasado invertimos u$s 1400 millones; este año, u$s 1700 millones; el que viene vamos a desembolsar, u$s 2400 millones”.
Rocca aseguró que la competitividad, no obstante, “depende de condiciones esenciales”. “La reforma laboral está en el corazón de esta recuperación, así como la impositiva, que debe permitir la inversión. Y necesitamos una apertura inteligente que le dé tiempo a la cadena para adaptarse, invertir y mejorar su competitividad", desarrolló.
Bullrich, por su parte, coincidió con el diagnóstico. “La Argentina tuvo experiencias de aperturas aceleradas y apresuradas, y tuvo problemas con eso. Nosotros estamos tratando de no volver a ese modelo”, dijo. “No queremos una economía cerrada, porque los argentinos pagamos precios más caros que en cualquier parte del mundo. Pero sabemos que tenemos problemas de infraestructura y altos impuestos que debemos corregir”, planteó.
La diputada se refirió al nuevo proyecto de reforma laboral que ingresó al Congreso este jueves. “Es una Ley absolutamente equilibrada. Hace 15 años que la Argentina no genera empleo”, afirmó. Explicó, además, que la iniciativa incluye vacaciones flexibles, reglas específicas para plataformas y aplicaciones de movilidad, cambios en el régimen agrario y un blanqueo laboral. “No es una reforma anti trabajador: es pro trabajador y pro empresa”, dijo.
También destacó otros instrumentos para incentivar la inversión. “Tenemos el RIGI y ahora el RIMI; se trata de un régimen de inversión para medianas empresas con amortización acelerada del IVA y del impuesto a las ganancias. Es una verdadera revolución”, sostuvo. “Queremos que cada empresa argentina, en 10 años, tenga siete sucursales. Las chicas no tienen que quedar siempre chicas”.