Las políticas de género e inclusión tienen a las empresas de consumo masivo y retail trabajando a pleno. María Bulla, Corporate Responsability and Social Impact Manager de Unilever, dijo al respecto que "encontramos una forma para trabajar estos temas y es entender que somos imperfectos. Comprender desde las marcas esto es un norte que tenemos que mantener porque es un camino a recorrer, hay que ver a veces para atrás para poder ver quién se quedó atrás y volver a arrancar".
"Armamos un movimiento de equidad, diversidad e inclusión. Le llamamos movimiento porque es la forma más política de ser activista dentro nuestros espacios de trabajo, somos un montón de personas en esos puestos, con muchas jerarquías y geografías que nos interesan estos temas y nos atraviesan", cuenta la ejecutiva.
Y destacó que "como movimiento nos proponemos construir el piso cultural para que la inclusión sea real y que las personas que lleguen estén cómodas en esa posición. Yo siento que cuando está todo bien, en realidad no está todo bien, porque la diversidad es incomodidad. Si estamos cómodos porque no hay conflicto, es porque somos todos iguales".
Erica Zamora, vicepresidenta de Gente, Cervecería y Maltería Quilmes, también se refirió al trabajo que la empresa realiza. "Empezamos a trabajar en esto hace seis años con un programa que se llama autenticidad, donde buscamos que cada uno lleve su mejor versión y para esto, ser valorado y respetado es muy importante. Tenemos tres ejes de trabajo: respeto primero, ante todo, el segundo es no tener etiquetas, y el tercer pilar tiene que ver con el orgullo".
Además cuenta, "sumamos cuatro pilares de trabajo dentro del orgullo: género, comunidad LGBTQ, personas con discapacidad y edad. Es un camino de largo plazo que implica todo lo que tenemos de bagaje cultural cada uno de los que trabajamos en Quilmes, pero me da mucho orgullo el camino ya transitado".
Durante el proceso, "definimos realizar un comité de autenticidad, liderado por Martín (Ticinese, presidente de la compañía) y tiene como objetivo acelerar prácticas, cambios y políticas que querramos hacer en la temática. Las propuestas que llegan al comité son de un grupo de empleados que trabajan de manera autónoma distintas temáticas".
Finalmente, Lucila Palacios Hardy, responsable de Sustentabilidad en Farmacity, repasó las políticas de género, diversidad y derechos humanos desde el 2013 vienen trabajando. "Arrancamos con lo urgente, los casos de violencia de género. Un poco entendiendo el contexto interno que tiene la empresa porque tenemos un 65% de colaboradoras mujeres. Hay un 70% de mujeres farmacéuticas y un 80% de nuestras clientas lo son".
Un segundo hito para la empresa fue en 2018 cuando "asumimos públicamente que debíamos ser una empresa con perspectiva de género. Nuestro CEO mandó un mail a toda la compañía asumiendo este compromiso, dónde se establecieron los lineamientos del nuevo Farmacity que estaba naciendo. Esto nos abrió la posibilidad de firmar un acuerdo marco de cooperación con el INAM (Instituto Nacional de las Mujeres) y por otro lado, realizar una campaña masiva de la línea 144, algo súper importante para difundir hacia adentro y hacia afuera de la compañía misma".