El megaproyecto que el empresario argentino Juan Carlos López Mena quiere llevar adelante en Montevideo encuentra algunas trabas por parte del Gobierno de Uruguay.
La iniciativa de construir en la localidad de Capurro una terminal portuaria, un astillero, viviendas y un hotel cinco estrellas fue aprobada por la Intendencia de Montevideo en enero de 2010, pero todavía resta el visto bueno de la Administración Nacional de Puertos (ANP).
Es que el proyecto, que implica una inversión de u$s 100 millones, requiere de la construcción de un canal de acceso al lugar. Aquí es adonde aparecen los inconvenientes.
Hay que definir más el proyecto. No podemos salir a hacer un canal sin saber exactamente cuándo se va a ejecutar el proyecto. Aún no podemos dar por válido el proyecto que se presentó, dijo el presidente de la ANP, Alberto Díaz.
Más allá de esto, el funcionario reconoció que la ANP está dispuesta a colaborar con la realización del canal, aunque siempre con las condiciones del caso.
Es muy vistoso pero tiene una memoria técnica que no es suficiente para nuestros expertos; hay que trabajarlo más, apuntó Díaz.
En diálogo con el portal especializado en turismo Hosteltur, de Uruguay, López Mena confirmó que para la empresa la idea de llevar adelante este megaproyecto sigue en pie, aunque reconoció que su realización depende de algunas cosas que están en manos de las autoridades.
El puerto de carga se tiene que agrandar. Entonces nosotros compramos ciertas propiedades en el fondo, en Capurro, y depende de que nos hagan en el canal. De palabra está todo arreglado, pero los trámites tardan, reconoció el empresario argentino, con fuerte presencia en Uruguay.
Conciente de que los pasos son bastante más lentos de los previstos cuando se lanzó el proyecto, López Mena ya había salido a hablar sobre este tema.
Si nos firman el canal empezamos la construcción, porque traer un barco de altísimo costo, venir muy rápido y después tardar media hora para entrar, no tiene sentido. Este canal sería de prioridad para nosotros pero lo podrían usar también los pesqueros y barcos de menor calado, se quejó por aquel entonces. El Cronista intentó obtener la palabra del empresario, aunque no fue posible.
Por el momento, no hay tiempos concretos que permitan determinar cuándo la ANP podría dar su veredicto final, por lo que el proyecto todavía es una incógnita.