Vicentin apuró a la Corte Suprema de Santa Fe para que le devuelva el expediente al juez original del concurso, Fabián Lorenzini. Sucede que el trámite concursal se encuentra paralizado desde junio de 2022, lo que le impide a la empresa avanzar en una resolución. El regreso del caso a Lorenzini significa un paso clave para que la agroexportadora se encamine a cerrar un acuerdo con sus 1700 acreedores y así salir de la crisis en la que se encuentra inmersa desde 2019, cuando cayó en default con una deuda superior a u$s 1350 millones. Ocurre que en noviembre la cerealera logró un fallo a su favor. En ese momento, por unanimidad, el máximo tribunal provincial ordenó quela causa regrese al magistrado de primera instancia en lo Civil y Comercial de la 2° Nominación de la localidad de Reconquista, luego de estar interrumpido el proceso judicial desde mitad de año. Pero el dictamen no se vio reflejado en la práctica. Vicentin asegura que el expediente todavía no llegó a las manos de Lorenzini y que sigue en la Corte. Por eso, los abogados de la compañía le solicitaron al tribunal que "sean remitidos, a la mayor brevedad posible, los autos principales del concurso a los fines de continuar con su tramitación". "El expediente concursal se encuentra paralizado desde junio de 2022,consecuencia de un requerimiento totalmente improcedente, efectuado además por quien tenía una notable carencia de legitimación activa, y ocultó esa condición tanto a este tribunal como a otros tribunales actuantes", afirma el escrito presentado por el abogado Maximiliano Toricelli. El letrado hace referencia al recurso que presentó el año pasado Grassi, el principal impulsor del pedido para que la Corte provincial intervenga en el concurso. Con su corredora de granos Commodities S.A., es el segundo acreedor comercial más importante de Vicentin. Convencer a la Justicia de que el expediente tenía que volver al juzgado de primera instancia significó para la cerealera jugar otra pulseada más. Para tomar una decisión, la Cortelessolicitó tanto a Vicentin como a Commodities que presenten sus argumentos. A ellos, sumó la consideración del Procurador. Luego de escuchar las posturas de todos, el tribunal rechazó el planteo de Grassi, por lo que no tomó la causa y definió que debía remitirse a Lorenzini. Resuelto ese capítulo, y con las mayorías legales alcanzadas que necesita para homologar un acuerdo, Vicentin busca darle un cierre a su concurso. El directorio se muestra optimista de que podrá, finalmente, homologar la oferta de pago, tanto en cantidad de acreedores como porcentaje de capital. Es que pese a la interrupción en el plano judicial, la empresa aprovechó ese tiempo para avanzar en las negociaciones y lograr la adhesión de los que aún no habían dado el sí a su propuesta. Pero necesita que Lorenzini vuelva a tener el expediente. Mientras espera la respuesta de la Justicia, Vicentin avanza en la reactivación de su operación. En diciembre, puso en marcha una de sus plantas más importantes, que permaneció sin actividad durante los últimos tres años. Se trata del complejo que elabora alimento balanceado para animales bovinos ubicado en el Parque Industrial de Avellaneda, en la localidad santafesina homónima. En una primera etapa, la producción estará abocada al mercado nacional. Proveerá hasta 700 toneladas por mes de alimentos embolsados y 3000 toneladas mensuales a granel. El objetivo es aumentar progresivamente la fabricación para, en una segunda instancia, exportar. La reanudación del establecimiento se concretó a través de un contrato de fasón a largo plazo celebrado con la Unión Agrícola de Avellaneda (UAA), una cooperativa de la región, con 1100 productores asociados y una capacidad de acopio de 2,7 millones de toneladas de granos. En distintas oportunidades, la entidad había expresado su interés por operar activos de Vicentin. Pero hasta entonces, no había logrado cerrar ningún acuerdo, dado que la mayoría de los convenios que firmó la cerealera tienen como protagonistas a grandes operadores situados, en gran parte, en las cercanías de Rosario. Según el directorio de la compañía, el acontecimiento "representa un paso sustancial más hacia la normalización de la actividad y del Nodo Norte en especial,donde se desempeñan cerca de 200 trabajadores en forma directa", que continuaron percibiendo sus salarios todo este tiempo, pese a no prestar tareas.