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El sarro, como usualmente se le conoce, es una placa dental que se forma en las paredes de los mofletes internos, en la lengua y en los dientes. A medida que se se descuida, es decir, que no se hace limpieza bucal, el sarro se va a cumulando y los dientes van tomando un color amarillo, que al margen de ser poco estético e antihigiénico, es perjudicial para la salud.

Desde siglos atrás, se han conocido trucos caseros para limpiar los dientes y eliminar el sarro de ellos. Trucos con bicarbonato, pasando por vinagre, o limón, pueden llegar a limpiar los dientes al momento, pero no son efectivos y sí son altamente perjudiciales para los dientes. ¿La razón? Estas sustancias dañan el esmalte natural de los dientes.

Cómo eliminar el sarro de los dientes sin bicarbonato ni limón y sin ir al dentista

Los profesionales de la medicina dental recomiendan no consumir alimentos ricos en azúcar o ultraprocesados porque favorecen la proliferación de bacterias que provocan caries, inflamación y desgaste del esmalte.

Los expertos recomiendan que no uses sustancias abrasivas como el bicarbonato, el vinagre o el limón para sacar el sarro de tus dientes. Para hacerlo, lo mejor es que uses las técnicas tradicionales que son saludables y efectivas.

  • Cepillar tus dientes tres veces al día
  • Usa cepillos interdentales para eliminar la comida que quedan en la boca
  • Usa hilo dental
  • Usa dentífrico con flúor
  • Usa enjuague bucal

Evita dañar el esmalte de tus dientes porque no se regenera y las consecuencias son graves

Los dentistas recomiendan ir al consultorio al menos una vez al año. Si el sarro no se pudo eliminar de forma natural en casa con el cepillado tradicional, los profesionales podrán hacer una limpieza profunda con los artefactos e instrumentos adecuados sin dañar el esmalte dental.

Evita dañar el esmalte dental porque, de hacerlo, estarás debilitando la capa protectora natural de tus dientes, lo que puede provocar una mayor sensibilidad al frío o al calor, facilitar la aparición de caries, manchas, erosiones y, en casos más avanzados, pérdida estructural del diente.

El esmalte dental no se regenera, por lo tanto, su cuidado es esencial para mantener una buena salud bucodental a largo plazo y prevenir tratamientos costosos o invasivos.