La parte comestible del huevo está conformada por dos elementos: clara y yema.
La yema, ubicada en el centro, está repleta de nutrientes. Rica en vitaminas A,D,E y K, además de minerales como hierro, fósforo y zinc, fortalece el sistema inmunológico.
A menudo subestimada, la clara es una excelente fuente de proteína. Contiene todos los aminoácidos fundamentales que el cuerpo necesita para construir y reparar tejidos.
No obstante, hay un elemento que suele pasar desapercibido. Lejos de ser un simple desecho, la cáscara del huevo guarda un potencial sorprendente para el cuidado de la piel.
Su alto contenido en calcio la convierte en un aliado perfecto para combatir las arrugas y acelerar la cicatrización.
El poder curativo de la cáscara de huevo para acelerar la cicatrización de heridas
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) han descubierto las propiedades cicatrizantes de la cáscara de huevo. En particular, se centraron en la membrana ubicada en su interior.
Los estudios realizados en ratones con heridas abiertas han demostrado resultados sorprendentes. La aplicación de la membrana de cáscara de huevo ha logrado reducir el tamaño de las lesiones y el tiempo de la cicatrización.
La membrana de cáscara de huevo contiene una composición rica en colágeno, elastina y glucosaminoglicanos, elementos fundamentales para la regeneración de tejidos.
Cómo usar la membrana del huevo para curar heridas
La membrana del huevo se ha utilizado tradicionalmente como remedio natural para curar heridas. A continuación, te explicamos cómo hacerlo:
Materiales
- Huevos
- Un recipiente
- Un cuchillo o tijeras afiladas
- Gasa o apósito estéril
Instrucciones
- Hierve un huevo durante 10 minutos.
- Con cuidado, rompe la cáscara del huevo por la mitad.
- Retira la membrana transparente del interior de la cáscara.
- Corta un trozo de membrana del tamaño de la herida.
- Enjuaga la membrana con agua fría.
- Seca la membrana con una gasa estéril.
- Aplica la membrana sobre la herida.
- Cubre la membrana con un apósito estéril.