

El cuidado de la piel es clave para una buena salud general, ya que es el órgano más grande del cuerpo y, además, el que está más expuesto y visible. Entre las afecciones cutáneas que pueden presentarse se encuentran las verrugas.
Este tipo de lesiones, en su mayoría benignas, puede representar un problema estético para muchas personas y, en algunos casos, un problema de salud de importancia, como ocurre con el Virus del Papiloma Humano,VPH.
"Las verrugas son lesiones benignas prevalentes causadas por el virus del papiloma humano, VPH, que se presentan en las mucosas y la piel. Pueden causar una morbilidad significativa en las personas afectadas", indican los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, no todas las verrugas son producto del VPH. Estas protuberancias comunes en la piel, que suelen aparecer con frecuencia en el cuello, también pueden corresponder a fibromas blandos o acrocordones. Estos crecimientos cutáneos, conocidos también como cadillos, son benignos y no son contagiosos.
No están relacionados con el VPH y, con frecuencia, se deben al roce de la piel con la ropa, accesorios o el mismo cuerpo. También, se asocian con la edad, la genética, el sobrepeso y la resistencia a la insulina.
¿Cómo eliminar las verrugas benignas del cuello?
Un truco ancestral muy extendido en el tiempo consiste en usar un pelo propio para atar firmemente la base de la verruga. De esta manera, se corta la circulación sanguínea, provocando que la lesión se seque y finalmente se desprenda.

Otro método eficaz y seguro es la aplicación de ácido salicílico, disponible sin receta. El proceso incluye remojar la zona en agua tibia, retirar la piel muerta con cuidado y aplicar el producto diariamente hasta obtener resultados.
Ambos trucos requieren constancia y paciencia, pues las verrugas no desaparecen de inmediato. Es recomendable continuar el tratamiento incluso después de que la lesión haya desaparecido, con el fin de prevenir recurrencias y favorecer una mejor recuperación.














