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Los billetes G5 se encuentran en circulación, pese al riesgo significativo que representan para los habitantes de México. El Gobierno aconseja que hay que evitar obtenerlos y hacer transacciones con ellos, ya que podrían ocasionar serios problemas.
Estos billetes, que imitan de manera sofisticada a los auténticos, comenzaron a aparecer en diversas transacciones comerciales, lo que puso en alerta tanto a la ciudadanía como a las instituciones financieras del país.
El distintivo G5 se les atribuye porque están elaborados con materiales idénticos a los originales. Por este motivo, nunca debes llevarlos en tu cartera o billetera.
La advertencia del Gobierno por la circulación de billetes G5
Los billetes G5 se caracterizan por su alto nivel de detalle, lo que los hace difíciles de identificar como falsificaciones a simple vista.
Según indican, dichos ejemplares son elaborados con técnicas avanzadas que replican muchos de los elementos de seguridad presentes en los billetes auténticos, como marcas de agua, hilos de seguridad y tintas especiales.
Las autoridades aseguran que existen características específicas que permiten a las autoridades y expertos en numismática distinguirlos de los billetes genuinos.
¿Cómo diferenciar entre un billete falso?
Entre las principales diferencias, se encuentran los siguientes puntos:
- Variaciones en los tonos de color
- Pequeñas irregularidades en los grabados
- Textura del papel
Si bien estas características son parecidas, no coincide exactamente con la de los
emitidos oficialmente por el
Banco de México
(
). Por estas razones, no debes llevarlos contigo.
Además, los billetes G5 carecen de ciertos microtextos y elementos de seguridad de última generación que los ejemplares auténticos incorporan como medida preventiva contra la falsificación.
¿Me pueden multar por operar con billetes G5?
El uso de billetes falsos en México tiene serias implicaciones legales. Según las leyes mexicanas, la falsificación de moneda es un delito grave que puede resultar en severas penas de prisión para quienes fabriquen, distribuyan o utilicen estos billetes.
Incluso la simple posesión de billetes falsos puede acarrear consecuencias legales significativas, ya que se considera un acto de complicidad con el delito de falsificación.
Se sugiere que los ciudadanos revisen de forma cuidadosa los billetes que reciben, prestando especial atención a los elementos de seguridad presentes en aquellos que son auténticos.