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El papa Francisco, principal líder de la Iglesia católica, dejo ver el pasado 8 de mayo su devoción y fe por la Virgen de Luján, la patrona de los argentinos.
El papa Francisco, nacido en el barrio porteño de Flores, en Buenos Aires, mostró su amor y devoción por la Virgen de Luján desde la Plaza de San Pedro del Vaticano.
En esta ocasión, el Sumo Pontífice le pidió a la Virgen de Luján por la Argentina, en medio del momento coyuntural que atraviesa el país austral a nivel económico.
"Hoy en mi patria, en Argentina, se celebra la solemnidad de Nuestra Señora de Luján, cuya imagen está aquí presente", expresó el líder católico.
El papa Francisco le pidió a los fieles católicos que oren por la Virgen de Luján para que Dios la ayude en la colosal tarea de velar por los argentinos y el mundo.
El papa Francisco y su devoción por la Virgen de Luján
La Virgen de Luján es la patrona de Argentina. Su imagen, encontrada en 1630 en Luján, es venerada por su poder de milagros y protección. Es símbolo de fe y devoción para millones de fieles, su catedral se encuentra en la ciudad de Luján, Buenos Aires.
El Papa Francisco, con su profunda devoción, ha recurrido públicamente a la Virgen de Luján en dos ocasiones destacadas.
Durante la Peregrinación Juvenil a Luján en 2020, se identificó como peregrino y pidió su protección para su pueblo.
En 2021, instó a los argentinos a recordar los favores de la Virgen y a dejarse guiar por su compañía.
El papa Francisco testigo fiel de los milagros de la Virgen de Luján
El papa Francisco ha sido testigo en primera persona de los milagros de la Virgen de Luján, su patrona, y cada vez que tiene la oportunidad, convoca al mundo para que eleve rosarios y oraciones.
En el sitio web religioso, Valores Religiosos, el medio hace eco de la experiencia cerca del papa Francisco con un milagro realizado por la Virgen de Luján a una niña moribunda.
El Papa Francisco compartió la historia de un hombre cuya hija enferma desafiaba la ciencia médica. Con fe, el padre viajó 70 km para rezar ante la Virgen de Luján.
Tras una noche de súplicas, la salud de la niña mejoró inexplicablemente. El papa Francisco testificó este milagro como un ejemplo del poder de la oración, instando a perseverar en la fe, incluso cuando las respuestas no llegan de inmediato.