Una explicación histórica sugiere que los espejos se consideraban objetos mágicos que reflejaban el alma de las personas y no solo su físico. Por lo tanto, romper un espejo se interpretaba como dañar o fragmentar el alma, lo que traería consigo consecuencias negativas y mala suerte, según la superstición que cada uno tenga.
En algunas culturas se creía que la imagen reflejada en el espejo podía ser una proyección del futuro, y romperlo interrumpiría ese flujo natural del destino. A lo largo del tiempo, estas ideas se amalgamaron en la superstición comúnmente conocida hoy en día por la gente que, creen que, si se te rompe un espejo, tendrás 7 años de mala suerte.
La cristalomancia y las creencias sobre el poder de los espejos
En la antigüedad, se creía en el poder de los espejos. Chamanes y brujos usaban los espejos para llevar a cabo una ancestral práctica llamada cristalomancia.
Si bien el espejo tal y como lo conocemos hoy recién se inventó en el año 1835 por el alemán Justus von Liebig, desde la Roma Clásica, Sócrates impulsaba y exhortaba a sus estudiantes a que se mirarán en los espejos de metal blanco que existían para su época para no caer en el narcisismo y ampliar el autoconocimiento.
Más allá del material y de qué tan nítido se veía o se ve ahora la persona, el concepto del reflejo del físico y el alma de la persona sigue siendo un punto importante que se interpreta desde muchos aspectos, tanto desde la filosofía como desde lo espiritual.
Tu cuerpo será poseído por un ente del mal a través del espejo
Sí eres una persona supersticiosa, ten mucho cuidado cuando te mires a un espejo roto, porque las leyendas urbanas aseguran que tu alma será atrapada por las malas energía que buscan una alma vulnerable para escalar y descargar su contenida furia, arruinando así tus vibraciones altas.
Se cree que esta mala energía te arrastrará a 7 años de mala suerte hasta que esa entidad del mal logra pasar el periodo de transición y puede migrar a otro cuerpo nuevo.
Cómo cortar con la maldición que trae romper un espejo
Toma el pedazo más grande del espejo roto y guárdalo hasta la siguiente Luna llena. Es importante que no dejes pasar esa fecha, porque no habrá vuelta atrás.
El día que se te haya roto el espejo, toma todos los pedazos vierte los en agua con sal por una noche y al día siguiente tira el agua y el resto de los espejos llévalos fuera de tu casa en una bolsa oscura donde nada se puede reflejar, mucho menos otras personas.
En la noche de Luna llena, toma el pedazo de espejo roto más grande que guardaste y deja que la Luna se refleje en ella. El poder de su luz cegará al mal y cortará con la mala energía que intenta apoderarse de ti.
De esta forma podrás cortar con la maldición de 7 años de mala suerte por un espejo roto y seguir con tu buena suerte.