Con el argumento de combatir la corrupción y modernizar el acceso a los servicios públicos, el Senado de México avanza hacia la aprobación de una versión biométrica de la Clave Única de Registro de Población (CURP).
Aunque el gobierno sostiene que se trata de una herramienta de eficiencia administrativa, las críticas no se hicieron esperar.
Expertos, legisladores opositores y activistas por la privacidad advierten que podría convertirse en un mecanismo de vigilancia masiva sin precedentes en el país.
Una CURP con huellas, rostro y ojos: el futuro de la identidad en México
La reforma plantea que la nueva CURP integre datos biométricos como huellas dactilares, escaneo facial e incluso reconocimiento de iris.
Estos elementos permitirán una verificación de identidad más precisa en línea, eliminando la necesidad de acudir a oficinas y reduciendo la participación de intermediarios en los trámites gubernamentales.
El nuevo documento estará vinculado con la plataforma Llave MX, que ya centraliza el acceso digital a instituciones como el SAT, el IMSS y la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Según los promotores de la iniciativa, este sistema promete reducir las "mordidas", aumentar la transparencia y facilitar una administración pública más ágil.
Países como India, Alemania y Estonia implementaron modelos similares, aunque no sin controversias.
El miedo a un "Gran Hermano": críticas por uso indebido de datos
A pesar de sus ventajas tecnológicas, la iniciativa generó un encendido debate sobre sus implicaciones éticas y legales. Senadores de oposición y defensores de derechos digitales advirtieron que el proyecto podría abrir la puerta a un control excesivo del Estado sobre la vida privada de los ciudadanos.
Las principales preocupaciones giran en torno a la posibilidad de que la CURP biométrica se utilice para rastrear hábitos de consumo, movimientos financieros y hasta información familiar sin una supervisión efectiva.
También se teme que el gobierno concentre en una sola base de datos información sensible que, en caso de filtraciones o abusos, podría ser utilizada con fines políticos o comerciales.