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Miles de contribuyentes en México realizan en abril su Declaración Anual de impuestos ante el SAT, una obligación que forma parte del cumplimiento fiscal en el país. Aunque muchas personas esperan obtener un saldo a favor, no siempre es así.

En ocasiones, la declaración presentada al SAT puede arrojar un resultado diferente: un saldo en contra o incluso un saldo en cero, lo que puede generar dudas sobre qué hacer a continuación.

¿Qué significa tener saldo en contra en el SAT?

El término "saldo en contra" se refiere a una situación en la que, tras revisar los ingresos, deducciones y retenciones fiscales del contribuyente, el SAT determina que se debe pagar una cantidad adicional. Esto ocurre generalmente cuando durante el año fiscal no se cubrieron todos los impuestos que correspondían.

Las razones más comunes por las que puede aparecer un saldo negativo incluyen errores u omisiones en la declaración, como no reportar ingresos adicionales o no considerar ciertas obligaciones fiscales. Al no cumplirse con el monto real de impuestos a pagar, se genera esta diferencia que debe ser cubierta.

En estos casos, el SAT genera un acuse de recibo que indica el monto a pagar. A partir de ahí, el contribuyente puede optar por saldar la cantidad en una sola exhibición o bien solicitar el pago en parcialidades. Para cualquiera de estas opciones, el sistema emite líneas de captura específicas, cada una con su fecha límite de vigencia.

Declaración Anual 2025: qué hacer si se tiene saldo en cero o negativo

Para la Declaración Anual 2025, las personas físicas deberán presentarla hasta el 30 de abril. Este trámite permite al SAT calcular el saldo final, que puede ser a favor, en contra o incluso quedar en cero, dependiendo de la información fiscal proporcionada.

En caso de que el resultado sea un saldo en cero, no será necesario realizar ningún pago ni esperar una devolución. No obstante, se debe conservar el comprobante de presentación de la declaración como respaldo.

Si el resultado es saldo en contra, lo ideal es revisar cuidadosamente los conceptos que generaron dicha diferencia. También se puede acudir a un contador o asesor fiscal para verificar si la información fue correctamente registrada y si se aprovecharon todas las deducciones posibles.

Posteriormente, se deberá realizar el pago correspondiente mediante los canales autorizados por el SAT, como bancos, transferencias electrónicas o directamente desde su portal en línea.