

En un nuevo golpe al crimen organizado, las autoridades mexicanas localizaron en Tijuana un narco túnel de aproximadamente 600 metros de longitud que conectaba con la ciudad de San Diego, en Estados Unidos. La operación fue encabezada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, SSPC, en coordinación con la Fiscalía General de la República,FGR, la Secretaría de la Defensa Nacional, Sedena, la Marina, Semar, y autoridades del estado de Baja California.
El hallazgo se produjo durante el cumplimiento de una orden de cateo en un inmueble donde, tras una investigación, se sospechaba de la existencia de una conexión subterránea para el trasiego de drogas. El narco túnel, de 13.5 metros de profundidad, fue construido con sofisticación y contaba con estructuras para el traslado de narcóticos. En el operativo se incautaron metanfetaminas y herramientas utilizadas para el transporte clandestino.

Un hallazgo clave para frenar el tráfico transfronterizo
La detección de este túnel representa un paso crucial en la lucha contra las redes del narcotráfico que operan entre México y Estados Unidos. Desde 2006 se han descubierto al menos 15 túneles en la frontera de California, muchos en la zona industrial de Otay, donde el tipo de suelo facilita las excavaciones clandestinas.
Según datos oficiales, el último túnel hallado en esta región fue en julio de 2024. El más grande conocido, detectado en 2020, contaba con iluminación, ventilación, rieles y hasta elevador, lo que evidencia el nivel tecnológico al que han llegado estas estructuras criminales.
El túnel recién descubierto podría haberse usado para operaciones similares, consolidando a Tijuana como uno de los puntos más críticos del tráfico de drogas.
La estructura del túnel: imágenes que revelan su magnitud
En una de las magen se observa el acceso vertical, reforzado con acero, por donde descendió personal de la SSPC. La profundidad del túnel requiere equipo especializado para su inspección.

La siguiente fotografía muestra un tramo interno donde un agente avanza entre tierra compactada y un ducto sofisticado de ventilación, confirmando el uso activo del pasadizo.

Esta tercera imagen ofrece una vista completa y cenital del corredor subterráneo con paredes y techos recubiertos, evidenciando la inversión en infraestructura para el crimen organizado.

Este descubrimiento refuerza la cooperación binacional en materia de seguridad y demuestra el compromiso de las autoridades mexicanas para debilitar las redes de narcotráfico que operan en la frontera norte.















