

La Autoridad de Antigüedades de Israel, AAI por sus siglas en inglés, dio a conocer uno de los hallazgos más llamativos y destacados hasta el momento. La AAI informó que un equipo de arqueólogos descubrieron una misteriosa moneda, la cual fue encontrada en las excavaciones del estacionamiento Givati, en la Ciudad de David. "Se trata de un hallazgo sin precedentes", destacaron los investigadores.
De acuerdo a la fuente, este ejemplar, es una pequeña moneda de cuarto de dracma en oro puro del 99,3 %, fue acuñado entre 246 y 241 a.C. durante el reinado de Ptolomeo III, esposo de la reina Berenice II.
El anverso mostraba el retrato de la monarca con diadema y velo, mientras que en el reverso aparecía un cornucopia rodeado de estrellas y la inscripción griega "Basileisses", es decir, "de la reina".
La excavadora Rivka Langler relató: "Al principio pensé que era un objeto brillante cualquiera, pero en segundos entendí que tenía en mis manos una moneda de oro única".

Israel encontró un tesoro único en el mundo
Según los especialistas Robert Kool y Haim Gitler, "es la primera vez que se encuentra una moneda de este tipo en una excavación formal, lo que la convierte en un hallazgo de valor extraordinario".
Hasta ahora se conocían apenas 20 ejemplares semejantes en todo el mundo, todos provenientes de Egipto. "El hecho de que apareciera en Jerusalén lo hace aún más sorprendente", remarcaron los numismáticos de la IAA.

Una reina con poder propio y el legado de oro que hoy desentierra secretos helenísticos
El hallazgo resultó significativo porque Berenice II no figuraba como consorte, sino como soberana en la inscripción. "Es evidencia de una independencia política poco común en su tiempo", explicaron los arqueólogos.
Las monedas con la imagen de mujeres eran raras en el periodo ptolemaico. "Este caso se encuentra entre los más antiguos donde una reina aparece en vida con título real propio", subrayó la Autoridad de Antigüedades.

Tras el descubrimiento, se conoce un nuevo rostro de Jerusalén helenística
El director de la excavación, Yiftah Shalev, aseguró: "La moneda muestra que Jerusalén no era una ciudad marginal, sino que mantenía vínculos con centros políticos y económicos de gran influencia".
Este descubrimiento, junto a otros objetos, cuestionó la idea de una Jerusalén empobrecida tras la destrucción del Primer Templo. "La ciudad se estaba recuperando y reinsertando en las redes regionales", añadió Shalev.















