Carl Sagan fue un astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico, reconocido principalmente por su influyente serie documental Cosmos, que se emitió en 1980.
En su obra El mundo y sus demonios (1995), argumentó que la ciencia constituye una herramienta esencial para contrarrestar los aspectos más negativos de la naturaleza humana, a los que denominó "demonios".
De hecho, fue un ferviente defensor del pensamiento crítico y del método científico, además de ser pionero de la exobiología y un apasionado promotor de la búsqueda de vida inteligente.
Advirtió que, si no se abordaban estos "demonios", la capacidad de las personas para tomar decisiones se vería gravemente comprometida.
Más de tres décadas después de la publicación de su obra, muchos de sus seguidores consideran que esta predicción está comenzando a materializarse.
La predicción de Carl Sagan sobre el futuro de la civilización que está cumpliéndose
En su obra publicada en 1995, Carl Sagan expresó:
"Anticipo una América en la que, en la época de mis descendientes, Estados Unidos se haya transformado en una economía centrada en los servicios y la información; donde la mayoría de las industrias manufactureras esenciales se hayan trasladado a otras naciones; donde los impresionantes poderes tecnológicos estén concentrados en manos de unos pocos y aquellos que representan el interés público no puedan comprender los problemas en cuestión; cuando la población haya perdido la capacidad de formular sus propias agendas o de cuestionar con conocimiento a quienes ostentan la autoridad; cuando, aferrados a nuestros dispositivos y consultando ansiosamente nuestros horóscopos, nuestras habilidades críticas se encuentren en declive, incapaces de discernir entre lo que resulta placentero y lo que es verdadero, nos deslicemos, casi sin percatarnos, de nuevo hacia la superstición y la oscuridad".
Cómo la humanidad debe combatir a "los demonios" según Carl Sagan
De acuerdo con Carl Sagan, los "demonios" pueden ser enfrentados mediante instrumentos que refuercen el sentido común. En este contexto, propuso diferentes estrategias para combatir la desinformación:
Siempre debe existir una verificación independiente de los "hechos".
Es fundamental fomentar el debate sobre la evidencia, promoviendo la participación de defensores con conocimientos de diversas perspectivas.
En el ámbito científico, no existen autoridades; en su lugar, hay expertos.
Considere múltiples hipótesis. Ante un fenómeno que requiera explicación, reflexione sobre las diversas formas en que podría interpretarse.
Procure no aferrarse excesivamente a una hipótesis particular.
Si la explicación que ofrece incluye alguna medida o cantidad numérica, será más sencillo discriminar entre hipótesis en competencia.
En una cadena de razonamiento, todos los eslabones deben ser coherentes.
Siempre pregúntese si la hipótesis puede ser refutada.