

El gobierno mexicano autorizó la entrada de un grupo reducido de militares de élite de Estados Unidos para entrenar a las fuerzas especiales nacionales en distintos escenarios tácticos.
La presencia de estos soldados, que operan bajo protocolos reservados, forma parte de un acuerdo bilateral orientado a reforzar la capacidad operativa del país frente a amenazas crecientes.
El despliegue comenzó el 1 de octubre de 2025 y se desarrolla de manera controlada en instalaciones de la Secretaría de Marina. Según el decreto oficial, su misión se centra en capacitar a tropas mexicanas en técnicas avanzadas de infiltración, vigilancia y combate, en un contexto que ha generado atención pública y debate político.
Nuevas tropas militares de EEUU ingresan a México: las claves del acuerdo
El 1 de octubre de 2025 se autorizó a Estados a desplegar 12 efectivos de su unidad más selecta en territorio mexicano. Estas tropas pertenecen al Destacamento Operacional Alpha (ODA) 715, parte del Séptimo Grupo de Fuerzas Especiales de EE.UU.

El permiso fue aprobado por el Senado mexicano el 30 de septiembre y promulgado 54 días más tarde por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Según el decreto oficial, su presencia es para una “Actividad 2 APA-2026”, cuyo objetivo es “mejorar la capacidad de las fuerzas de operaciones especiales” mexicanas.
Qué entrenamiento están realizando los militares estadounidenses
Este se divide en dos fases establecidas de manera detallada por el decreto. La primera tiene lugar del 6 de octubre al 28 de noviembre en el Centro de Entrenamiento Avanzado de la Marina, en Donato Guerra, Estado de México. La segunda fase se desarrollará del 1 al 12 de diciembre en el polígono de Antón Lizardo, dentro de la Heroica Escuela Naval Militar en Veracruz.
El plan de capacitación incluye tácticas de infiltración avanzada, vigilancia a larga distancia, operación marítima, reconocimiento especial y desactivación de explosivos improvisados.
Por qué México permitió la entrada de soldados de élite de EE.UU.
El Senado justificó el permiso como un ejercicio de cooperación estratégica, no una intervención militar, según su comunicado oficial. En el decreto también se establece que los militares estadounidenses portan armamento, municiones y equipo especializado durante su estancia en el país.
Se acordó, además, que la Secretaría de Marina deberá presentar un informe al Senado sobre los resultados del adiestramiento en un plazo de 30 días hábiles después de su conclusión.















