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En el corazón de Egipto, arqueólogos desenterraron uno de los hallazgos más extraordinarios de los últimos años: un antiguo cementerio del Reino Nuevo que guardaba entre sus tumbas un tesoro invaluable.
Se trata de un rollo de papiro del legendario “Libro de los Muertos” de más de 13 metros de longitud, preservado en excelentes condiciones después de milenios bajo tierra.
Este descubrimiento en la zona de Al-Ghuraifa no solo revela la magnificencia de los rituales funerarios egipcios, sino que ofrece una ventana única hacia las creencias más profundas de una civilización obsesionada con la eternidad.
Un manual para la inmortalidad perdido en el tiempo
El “Libro de los Muertos” —conocido más apropiadamente como “El Libro de Salir al Día”— era mucho más que un simple texto religioso. Funcionaba como una guía esencial para que los difuntos navegaran el peligroso viaje hacia el más allá, repleto de conjuros, instrucciones y fórmulas mágicas.
Estos textos comenzaron a aparecer al inicio del Reino Nuevo alrededor del 1550 a.C., y cada copia era única, adaptada según el escriba y las necesidades del fallecido. Lo extraordinario de este hallazgo radica en su estado de conservación: encontrar un ejemplar completo y legible de esta época es excepcionalmente raro.
Mustafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, destacó que este es el primer papiro completo encontrado en el área de Al-Ghuraifa. Los expertos internacionales expresaron cautela, pero entusiasmo ante el descubrimiento, señalando que es inusual localizar una copia en la tumba original donde fue enterrada.
Un cementerio repleto de tesoros milenarios
El sitio arqueológico, datado entre 1550 y 1070 a.C., reveló mucho más que el famoso papiro. Los investigadores desenterraron un verdadero museo subterráneo que incluía:
- Ataúdes de piedra y madera con momias en su interior
- Más de 25,000 estatuillas ushabti (figurillas que servían como trabajadores mágicos en el más allá)
- Miles de amuletos de piedra y madera
- Jarras canópicas para preservar órganos
- Innumerables utensilios rituales
Entre los hallazgos más notables se encuentra el ataúd decorado de Ta-de-Isa, hija de Eret Haru, quien fuera sumo sacerdote de Djehuti en Al-Ashmunin. Junto a su sarcófago, los arqueólogos encontraron dos cajas de madera con sus vasos canópicos, un conjunto completo de estatuillas ushabti y una figura de la deidad Ptah Sokar.
¿Qué contenía exactamente el Libro de los Muertos?
Contrario a lo que su nombre sugiere, el “Libro de los Muertos” no era un texto único y estandarizado, sino una colección personalizada de hechizos, oraciones y conjuros que variaban de una copia a otra. Estos manuscritos podían incluir entre 200 y 300 “capítulos” o fórmulas diferentes, aunque ninguna copia contenía todos los textos posibles.
Los elementos más comunes incluían el famoso “Hechizo 125” o “Juicio de Osiris”, donde el corazón del difunto era pesado contra la pluma de Maat (diosa de la verdad y la justicia). Si el corazón resultaba más pesado que la pluma debido a los pecados cometidos en vida, era devorado por Ammit, un demonio con cabeza de cocodrilo, y el alma quedaba condenada a la no-existencia.
Otros hechizos servían para propósitos específicos: transformarse en diferentes criaturas divinas, protegerse de serpientes y escorpiones en el inframundo, recordar el propio nombre (esencial para la existencia en el más allá), o convocar comida y bebida para la eternidad.
Cada papiro era encargado según las posibilidades económicas de la familia y las necesidades específicas que los sacerdotes consideraban importantes para ese difunto en particular.
La longitud excepcional de este papiro recién descubierto —entre 13 y 15 metros— sugiere que perteneció a una persona de alto estatus social, probablemente un sacerdote o miembro de la nobleza, quien pudo costear una versión particularmente completa y elaborada de estos textos sagrados.