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En Polonia, un equipo de expertos está analizando una carta anónima que podría aportar información clave para esclarecer uno de los enigmas más intrigantes de la Segunda Guerra Mundial.

Se trata del legendario "tren del oro" nazi, presuntamente cargado con tesoros saqueados y, posiblemente, con fragmentos de la desaparecida Sala de Ámbar.

Ahora, los indicios contenidos en el documento sugieren una posible ubicación del convoy en una red de túneles subterráneos bajo las Montañas Búho, en la región suroeste del país.

La carta que podría resolver el gran misterio de la Segunda Guerra Mundial

Funcionarios municipales de Walzbrych, Polonia, estudian actualmente una carta anónima de 10 páginas recibida el 23 de abril de 2025.

Este documento, descrito como "realista y preciso" por las autoridades locales, contiene un testimonio, un perfil del terreno, tablas geodésicas detalladas y un mapa que muestra un tramo de vía que termina detrás de pesadas puertas de acero "con tres vagones en su interior".

Según la portavoz municipal Kamila wierczyska, los documentos describen vagones de aproximadamente 12 metros de largo, cuatro metros de ancho y cuatro metros de alto, supuestamente cargados con "metales preciosos, incluido oro".

Esta información, publicada parcialmente por medios internacionales, captó la atención mundial y resucitado la búsqueda del legendario tren.

El tesoro nazi y la Sala de Ámbar: el "Santo grial" perdido

El misterioso tren habría partido de Breslau (actual Wrocaw) a principios de 1945, cargado con posesiones -entre las que podrían encontrarse paneles de la desaparecida Sala de Ámbar- antes de desvanecerse en el complejo de túneles Riese bajo las Montañas Búho mientras las fuerzas soviéticas avanzaban.

La fiebre del tesoro alcanzó su punto máximo anteriormente en 2015, cuando los aficionados Piotr Koper y Andreas Richter presentaron imágenes de radar de penetración terrestre que, según ellos, mostraban un convoy blindado de 98 metros.

Sin embargo, las perforaciones exploratorias posteriores revelaron únicamente formaciones rocosas naturales, lo que llevó a un cierre de la exploración.

Desafíos y esperanzas en la nueva búsqueda

La funcionaria de patrimonio Anna Nowakowska advirtió que cualquier nueva búsqueda debe obtener primero la aprobación de la Oficina de Protección de Monumentos de Polonia, señalando que los túneles podrían contener explosivos de la época de la guerra. "La documentación es intrigante, pero la verificación en el sitio es esencial", comentó.

Por su parte, el historiador militar Marek uszczyna instó a la cautela: "Hasta que alguien no coloque una cámara en el pasaje, esto sigue siendo folclore", recordando las falsas alarmas de la última década. Según la legislación polaca, los artefactos recuperados del sitio se convertirían en propiedad estatal, aunque los descubridores podrían solicitar una recompensa de hasta el diez por ciento del valor tasado del hallazgo.

Por ahora, la carta -y la promesa de lingotes bajo Wabrzych- permanece en el archivo de la ciudad, a la espera de una decisión que podría convertir la leyenda en una excavación o relegarla una vez más al mito.