

El 4 de julio de 2025, un cargamento valuado en decenas de millones de dólares fue sustraído en un audaz ataque en una carretera cercana a Guadalajara, Jalisco.
Se trató de 33 toneladas de oro y plata propiedad de uno de los empresarios más ricos del país, un golpe que fue catalogado como el "robo del siglo" en México.
El vehículo transportista, un tractocamión identificado con el número económico 104 y perteneciente a la empresa Fletes Durango S.A. de C.V., fue interceptado por un grupo armado que detuvo el convoy y retuvo el conductor y dos custodios durante más de una hora y media.
Esta situación generó una gran preocupación sobre la seguridad en el traslado de metales preciosos, así como una presión creciente sobre las autoridades para esclarecer el caso.

La doble sustracción de la góndola y sus implicaciones para la seguridad en Jalisco
La situación se complicó aún más cuando, días después del asalto inicial, la góndola vacía y el tráiler fueron recuperados en un corralón ubicado en Acatlán de Juárez, una zona cercana a Guadalajara.
Sin embargo, lo que parecía el primer avance en la investigación se convirtió en un nuevo problema: un segundo comando armado irrumpió en el corralón y sustrajo nuevamente la unidad, esta vez sin que se haya presentado denuncia formal inmediata.
Este hecho evidenció graves fallas en la custodia del vehículo y puso en tela de juicio la efectividad de los mecanismos de seguridad estatales y privados.
El fiscal de Jalisco, Salvador González de los Santos, confirmó que se presentaron denuncias por ambos robos y que se está investigando si hubo negligencia o complicidad en la protección del cargamento y de las instalaciones donde se resguardó la góndola.
Esta doble sustracción aumentó la incertidumbre sobre la ruta y paradero del oro y la plata, haciendo más difícil la recuperación de los bienes sustraídos.

Investigación oficial, inconsistencias y demandas de transparencia en el "robo del siglo"
El Gobierno de México intensificó las pesquisas para esclarecer este caso de alto impacto, que puso bajo la lupa a la empresa Grupo Minero Bacis, propietaria del cargamento.
Se detectaron inconsistencias entre las versiones oficiales y las declaraciones de la minera y los custodios, particularmente sobre el lugar exacto del asalto y la naturaleza del material robado. Existen dudas si el cargamento realmente contenía oro y plata puro o si era un concentrado carbónico utilizado en procesos de extracción, lo cual afectaría el valor económico del mismo.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, junto con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, exigieron una investigación minuciosa y transparente, con la colaboración entre la Fiscalía estatal, la Guardia Nacional y el sector privado.
Ambos subrayaron la importancia de fortalecer la seguridad en el transporte de metales preciosos para evitar que este tipo de robos se repitan y para garantizar la confianza en las cadenas de valor mineras del país.
A quién pertenece el cargamento de oro y plato robado en Jalisco
El cargamento robado es del Grupo Minero Bacis, una empresa con sede en Otáez, Durango, que tiene una trayectoria histórica en la industria minera mexicana desde el siglo XVIII.
Actualmente, Grupo Minero Bacis está encabezado por Jaime Gutiérrez Núñez, un empresario con amplia experiencia y formación en ingeniería geofísica y administración de empresas, así como una destacada presencia en organismos empresariales del sector minero nacional.
La compañía se especializa en la extracción y procesamiento de metales preciosos, manteniendo una producción competitiva y exportando a mercados tanto nacionales como internacionales.















