Un reciente informe de la NASA advierte que ciertas regiones de Sudamérica podrían enfrentar condiciones de calor extremas que resultarían inhabitables para los humanos. El país más afectado será Brasil, donde las altas temperaturas podrían superar los límites de tolerancia humana en las próximas décadas.
De acuerdo con un informe elaborado por Colin Raymond, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, algunas áreas del mundo como el sur de Asia, el Golfo Pérsico y la región del Mar Rojo. podrían alcanzar condiciones incompatibles con la vida humana para el año 2050.
Calor extremo: ¿cuándo Brasil podría convertirse en un país inhabitable?
Según la NASA, el panorama climático en Brasil es cada vez más preocupante. Zonas del norte y noreste, como el Amazonas y Roraima, ya enfrentan episodios de calor extremo.
De seguir esta tendencia, se estima que para 2070 algunas regiones del país podrían tornarse inhabitables, con un impacto severo en la agricultura, la ganadería y la calidad de vida de millones de personas.
El origen del cambio climático está ligado a la actividad humana. La quema de combustibles fósiles y la deforestación están generando una acumulación de gases de efecto invernadero que eleva la temperatura del planeta.
La ola de calor en Brasil marcó un récord en el verano del 2025
El verano de 2025 dejó una huella alarmante en Brasil. Una intensa ola de calor azotó gran parte del territorio, con temperaturas que superaron los 40° en varias ciudades del norte, noreste y centro-oeste. Estados como Amazonas, Roraima, Mato Grosso y Bahía tuvieron registros extremos.
Las autoridades meteorológicas confirmaron que se trató de uno de los veranos más cálidos en décadas. El Instituto Nacional de Meteorología (INMET) emitió alertas naranjas y rojas por riesgo de golpe de calor, deshidratación y otras afecciones vinculadas al estrés térmico. En algunas regiones, se suspendieron clases y actividades al aire libre.
La situación también tuvo consecuencias en el suministro eléctrico, con cortes intermitentes por la alta demanda de energía. Además, sectores productivos como la agricultura y la ganadería reportaron pérdidas por el estrés térmico en cultivos y animales.