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La monarquía británica enfrenta una nueva tormenta que amenaza con fracturar aún más su ya delicado equilibrio institucional. El príncipe Andrés, duque de York, vuelve a estar bajo la lupa tras nuevas revelaciones en la investigación del caso Epstein, mientras se acentúa su distanciamiento con el príncipe William, heredero al trono y figura central en el proyecto de renovación de la Corona británica. Lo que parecía una retirada silenciosa se perfila ahora como una crisis interna de alto voltaje.

El futuro del príncipe Andrés se tiñe de un tono cada vez más oscuro. Aunque el escándalo sexual con Virginia Giuffreparecía haber quedado resuelto en 2022 mediante un acuerdo extrajudicial, las investigaciones en Estados Unidos se han reactivado con fuerza.

A ello se suma la posición firme del príncipe William, quien se opone tajantemente a cualquier intento de reintegración pública de su tío. Todo apunta a que el ocaso del duque de York dentro de la Familia Real no solo es inevitable, sino inminente.

Una nueva humillación acecha al príncipe Andrés

Las recientes declaraciones de la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, encendieron las alarmas: "El FBI está revisando decenas de miles de vídeos" relacionados con Jeffrey Epstein, según citó GBN.

Estos archivos podrían contener material incriminatorio para figuras de alto perfil, incluido el príncipe Andrés. Una fuente anónima citada por The Sun aseguró: "Andrés estará sudando por su lanzamiento. Si hay algo ahí que lo involucre, le traería más miseria y humillación".

Virginia Giuffre, quien se convirtió en una de las voces más relevantes contra la red de tráfico sexual de Epstein, ya había afirmado que las autoridades estadounidenses poseían grabaciones de encuentros sexuales con figuras influyentes.

En una demanda civil, aseguró que fue agredida por el duque de York en tres ocasiones cuando tenía 17 años. Aunque Andrés ha negado sistemáticamente todas las acusaciones, su reputación quedó severamente dañada y su retiro de la vida pública en 2019 marcó el inicio de su exilio institucional.

El príncipe William marca distancia: no hay vuelta con tu tío Andrés de York

Mientras el escándalo judicial vuelve a sacudir al príncipe Andrés, su relación con el príncipe William también atraviesa su momento más tenso. La comentarista real Hilary Fordwich declaró a Fox News: "William se opone firmemente a cualquier rehabilitación pública sin una vía de retorno prevista.

Quiere que Andrew desaparezca de la vista pública". El heredero de 42 años no solo busca preservar la imagen de la monarquía, sino proyectar una institución moderna, activa y confiable.

Esta estrategia reformista de William incluye redirigir el enfoque caritativo de la Familia Real. Según Kate Mansey, el príncipe quiere "marcar una diferencia real", más allá de los compromisos protocolarios.

Su respaldo a iniciativas como la docuserie Guardians de BBC Earth, y su trabajo junto a la princesa Kate en salud mental y primera infancia, demuestran que no hay lugar para figuras asociadas al descrédito. En este contexto, el príncipe Andrés parece condenado al ostracismo, eclipsado por un legado que no encuentra redención posible.