Desde los imaginarios marcianitos verdes dibujados una y mil veces, hasta las imágenes más impactantes del planeta rojo, Marte ha sido siempre un foco de atención para los amantes del espacio. Recientemente, la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea reveló imágenes increíbles sobre las "arañas" que se ubican en la parte sur del planeta. Pero, ¿qué son en realidad?, ¿acaso son una forma de vida?
Las "arañas" de Marte bajo la sonda Mars Express
Lo que se conoce como "arañas" de Marte, nunca fueron tales. Al menos no como se las conoce en la Tierra. Se trata en realidad de un fenómeno propio de las temperaturas del planeta rojo que, desde la distancia, poseen la misma forma que los insectos del planeta Tierra.
En efecto, la sonda de la Agencia Espacial Europea permitió dar mayores precisiones sobre estas imágenes tan particulares. Si bien pueden asemejarse a nuestras arañas, las formas en cuestión miden entre 45 metros y 1 kilómetro de diámetro... algo así como ¡arañas gigantes terrícolas!
Y es que lejos están de ser insectos. Mucho más de tener vida. Las arañas del polo sur de Marte son en realidad producto de los ciclos estacionales de ese planeta. De acuerdo con el sitio oficial de la NASA, Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio,al llegar la primavera marciana, después de los largos meses de oscuridad plena de invierno, el sol calienta las capas de dióxido de carbono de la superficie.
El calor hace que el gas se sublime, como ocurre con el hielo seco en la Tierra, y pase directamente de sólido a gaseoso, rompiendo eventualmente las capas de hielo de la superficie con erupciones de ese gas. Al hacerlo, el gas arrastra el material oscuro de la superficie, formando "manchas" con un patrón semejante al de las telas de araña. De allí, entonces, la denominación de este efecto.
La teoría de las arañas de Marte
Lo cierto es que, la teoría que explica el origen de estas "arañas" ha sido objeto de estudio durante largos años hacia el interior de la NASA. Las exploraciones en el planeta rojo, específicamente en el polo sur, tienen muchas veces como objetivo, seguir profundizando en el tema.
En esa línea, las últimas imágenes publicadas por la NASA de este fenómeno datan de 2018: de allí la importancia del material adquirido por la AEE.