Se va 2015 y si bien habrá motivos para celebrar, en la industria de los equipos electrónicos de consumo las aguas apenas lograron mantenerse en cierto equilibrio. Todo lo que se integra en Tierra del Fuego -celulares y televisores, principalmente- dependió más de la macroeconomía esquiva en provisión de dólares, que de la demanda, que se mantuvo pese a variables no muy favorables.
Al cierre de 2015 habrán ingresado en el mercado unos 10,5 millones de smartphones, 1,1 millón de tablets, con un segmento como el de los televisores que tuvo menos protagonismo, porque ni la Copa América de fútbol logró reactivar sus ventas. "La oferta de equipos electrónicos no pudo escapar a la restricción de dólares. Eso hizo que no hubiera oferta y por la demanda, que se mantuvo, los precios subieron. Esto se vio mucho en smartphones y menos en computadoras. Pero lo que provocó esta situación es que también se incrementara el contrabando, porque cuando no hay suficiente abastecimiento, el mercado se abastece solo", dice a IT Business, Enrique Carrier, director de Carrier y Asociados.
Durante el año se conocieron varios informes que daban cuenta de lo costosa que terminó volviéndose la tecnología en el país. La Argentina se convirtió en el país más caro de la región para adquirir este tipo de productos. Si se comparan los precios que se pagan aquí, respecto de lo que se abona en los Estados Unidos, la diferencia es de 201%, muy por encima de Uruguay, que es 81% más caro que el país del norte o Brasil, que lo es un 46% (país donde también se ensamblan dispositivos y aparatos tecnológicos como en la Argentina), según un informe de agosto pasado de la consultora IntegraGO.
Por caso, los smartphones en nuestro país son 247% más caros que en los Estados Unidos, mientras que si se trata de videojuegos, el costo que aquí se paga por esos artículos es un 196% superior.
La producción de celulares cayó 48% en el primer trimestre de 2015, respecto del mismo período de 2014, un 23% en el segundo, y recién en el tercer trimestre logró un alza del 2% interanual, según los datos de Carrier. Para el último período, las estimaciones no eran auspiciosas.
Lo que ocurrirá en 2016 dependerá de cómo se vayan reacomodando las variables económicas a partir del cambio de Gobierno. "Los productos con componente importado subirán de precio. Eso provocará una retracción de la demanda y, luego, habrá un reacomodamiento de los precios", indica Carrier. Actualmente, los smartphones de más alta gama, liberados, oscilan entre los $ 15.000 y los $ 20.000. Prácticamente el mismo valor de una computadora portátil de alta configuración.
Uno de los fenómenos que comenzó a tener peso en 2015 fue el de la integración de celulares de marcas nacionales que se ofrecen liberados y en retail. Noblex, BGH, Coradir, EXO, son un ejemplo. "Este negocio anduvo mejor porque no había oferta en los operadores de telefonía móvil. Estas marcas no tienen suficiente volumen para trabajar con los operadores y es la razón por la que se ofrecen en retail, que de este modo brinda un volumen mayor de producto", agrega el especialista. Como segmento sensible al precio, a producto similar con precio similar, el usuario termina optando por la compra en retail, con la ventaja de no tener que depender de una telco.
Respecto del mercado de PCs, Carrier señala que "al no estar frente a un escenario económico normal, quien necesita un computadora opta por una tablet (para no gastar tanto) o, por la misma plata, acceder a un smartphone. Si bien no se trata de sustitución, quien tiene una máquina con una antigüedad de tres años sabe que puede estirar su uso tranquilamente durante un tiempo más".
Sobre las tabletas, este año se terminarán vendiendo entre 1,1 millón y 1,2 millones, casi la misma cantidad que en 2014. Y hacia 2016, se prevé una caída del segmento debido al ingreso de smartphones con pantalla más grande (phablets), que las irá remplazando, en un comportamiento que será idéntico al que ya se registró este año en Chile, según expresa Fernando Villanueva, gerente de Producto Informática de Newsan, durante el lanzamiento de una de sus líneas de tabletas.
La evolución del mercado dependerá de cómo se vayan reacomodando las variables económicas a lo largo de 2016. Por esta razón, no parece que el próximo vaya a ser un año para esperar con mucho optimismo.