

Para contener la hiperinflación galopante, Venezuelale sacará seis ceros al bolívar, y el billete de mayor denominación será el de 100 bolívares (u$s 1 equivale a más de 4 millones de bolívares).
Debido a la devaluación e hiperinflación en las que Venezuela está enfrascada hace años, el país está experimentando una crisis del efectivo. La desconfianza en el bolívar -apenas en marzo se había anunciado el billete de 1.000.000 que dejará de circular próximamente- hizo que fuera desplazado por divisas internacionales o sistemas de pago electrónicos en casi todas las áreas de la vida cotidiana.
Actualmente el 1.000.000 de bolívares, el billete de mayor denominación por ahora, equivale a u$s 0,25. Las entidades financieras estiman que tres cuartas partes de los bolívares en circulación se utilizan exclusivamente para pagar el transporte público y el combustible, subsidiado por el Estado.
Debido a la gran cantidad de billetes que se necesitan para pagar los gastos más básicos, muchos se han volcado al pago con divisas -el think tank Inter-American Dialogue estimó que las remesas que envían gran parte de los 5.000.000 de venezolanos que viven en el exterior ascienden al 5% del PBI-, lo que ha desembocado en un proceso de dolarización de facto e informal.
De hecho, en los últimos meses el gobierno de Nicolás Maduro tuvo que flexibilizar los controles sobre la divisa al permitir, entre otras cosas, el pago con tarjetas de débito desde cuentas en dólares, con el objetivo de flexibilizar las operaciones.
La consultora venezolana Ecoanlítica estimó que en las principales ciudades de Venezuela, el 67% de las transacciones minoristas -compra de alimentos, higiene, y el pago de servicios para la salud, entre otros- ya se realiza con divisas. En tres capitales de estado, la proporción de pago en dólares ascendía al 90%. Econalítica estimó que circulaban alrededor de u$s 2100 millones en efectivo en el país.

La inflación de mayo cerró en 28,5%, según los últimos datos del Banco Central de Venezuela (BCV), y acumuló un aumento de 264,8% en los primeros cinco meses de 2021. Según cálculos de Reuters, la variación interanual ascendía a 2719%. Por otra parte, el salario mínimo de un trabajador equivale a u$s 3,2.
En poco más de una década el país borró 11 ceros de su moneda: primero en 2007 cuando se creó el bolívar fuerte y se sacaron tres ceros a la moneda; luego en 2018, cuando salió el bolívar soberano que borró ocho dígitos.
La eliminación de los ceros puede facilitar temporalmente las transacciones, pero no resolverá las causas subyacentes de la inestabilidad, como la desconfianza en la moneda y el enorme gasto público que no está respaldado por la producción local, le dijo el economista Luis Vicente León a Bloomberg.
"Quitar esos ceros no resuelve, en absoluto, la razón que originó el problema", dijo el presidente de la consultora Datanalisis, con sede en Caracas. "Sin resolver la raíz del asunto, tendremos el mismo problema en meses", agregó.
La tercera reconversión monetaria en 13 años coincide con la introducción del bolívar digital, que entrará en vigencia a partir del 1 de octubre. Las autoridades han presionado a bancos locales para que aceleren medios digitales de pago, pero el plan avanzó más lento de lo esperado.
Según un comunicado del BCV el establecimiento del bolívar digital busca "mantener la inclusión" de todos los venezolanos "y atender sus necesidades de transacciones a lo largo y ancho del territorio nacional".
La modernización de los sistemas de pago "apunta a la ampliación del uso del bolívar digital de manera inmediata, facilitando que las transferencias entre clientes de diferentes bancos sean recibidas en pocos segundos con los mayores estándares internacionales de calidad", agrega el comunicado.
No obstante, el gobierno aclaró que seguirá imprimiendo billetes y que el bolívar digital no reemplazará al efectivo.













