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La administración Trump intensificó su presión militar sobre Venezuela con el anuncio del despliegue de 10 cazas furtivos F-35 en Puerto Rico, mientras que el propio presidente estadounidense advirtió que "derribarán todos los aviones venezolanos que consideren una amenaza" para la flota que navega cerca del país caribeño.
El gobierno estadounidense enviará las 10 aeronaves al país centroamericano para reforzar las operaciones militares estadounidenses contra los cárteles de la droga en la región del Caribe, confirmó un funcionario de la Casa Blanca a CNN. La medida forma parte de una campaña más amplia para aumentar la presencia militar de Estados Unidos en la región, con expectativas de acciones similares adicionales.
Este despliegue de cazas de quinta generación se suma al imponente dispositivo naval que ya incluye tres destructores clase Arleigh Burke, un grupo anfibio y más de 4000 soldados desplegados en aguas cercanas a Venezuela, configurando la operación militar más significativa de Estados Unidos en el Caribe en años recientes.
Provocación aérea venezolana y advertencia del Pentágono
La escalada se intensificó el jueves cuando dos aeronaves militares venezolanas volaron cerca de un buque de la Marina estadounidense en aguas internacionales, en lo que el Departamento de Defensa calificó como una acción "altamente provocadora".
"Hoy, dos aeronaves militares del régimen de Maduro volaron cerca de un buque de la Marina estadounidense en aguas internacionales. Esta acción altamente provocadora fue diseñada para interferir con nuestras operaciones contra el narcotráfico y el terrorismo", declaró el Departamento de Defensa en un comunicado oficial.
Advertencia directa de Trump
En una escalada sin precedentes, la respuesta del Pentágono incluyó una advertencia directa y contundente: "El grupo que controla Venezuela recibe una fuerte advertencia de no intentar ningún esfuerzo adicional para obstruir, disuadir o interferir con las operaciones contra el narcotráfico y el terrorismo llevadas a cabo por las fuerzas militares de Estados Unidos".
Más tarde el propio republicano advirtió que EE.UU. derribará todos los aviones venezolanos que "considere una amenaza" para la flota estadounidense.
"Se meterán en problemas. Se lo haremos saber. Nos enteramos de lo que pasó, pero en realidad no terminó así, no como lo describieron", explicó durante una conferencia de prensa en el Salón Oval de la Casa Blanca. Y agregó: "Si nos ponen en una posición peligrosa, serán derribados".
El antecedente de la embarcación vinculada al Tren de Aragua
Estas tensiones se enmarcan en una serie de acciones militares estadounidenses. El martes, Trump anunció que Estados Unidos había ejecutado un ataque militar letal contra una supuesta embarcación vinculada al Tren de Aragua cerca de la costa venezolana, resultando en 11 muertes confirmadas.
El ataque, realizado en aguas internacionales, marcó un precedente significativo en la estrategia de combate directo contra organizaciones criminales transnacionales, elevando las operaciones antidrogas a un nuevo nivel de confrontación militar.
El despliegue militar estadounidense
El despliegue militar estadounidense, justificado oficialmente como parte de la lucha contra el narcotráfico, alimenta especulaciones sobre una estrategia más amplia contra el régimen de Maduro. La operación incluye:
- Fuerza Naval: Tres destructores Arleigh Burke con capacidad de misiles Tomahawk
- Fuerza Anfibia: Más de 4,000 marines desplegados
- Fuerza Aérea: 10 cazas F-35 estacionados en Puerto Rico
- Capacidad Submarina: Presencia confirmada de submarinos nucleares
La respuesta de Venezuela
El régimen venezolano ha respondido con amenazas directas, prometiendo ser "una pesadilla" para Estados Unidos. Sin embargo, la superioridad tecnológica y numérica de las fuerzas estadounidenses desplegadas sugiere una asimetría considerable en cualquier confrontación directa.
Esta escalada militar tiene ramificaciones que trascienden la relación bilateral. Analistas consideran que podría representar una advertencia para toda Latinoamérica sobre las consecuencias de proteger organizaciones criminales transnacionales o desafiar la hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental.