El premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, falleció hoy debido a una "falla múltiple de órganos" según declaraciones del gobierno chino, que le había negado la posibilidad de dejar el país para buscar tratamiento para su cáncer de hígado en etapa terminal.
Liu, de 61 años, fue encarcelado por 11 años en 2009 por "incitar a la subversión del poder del Estado" luego de que ayudó a escribir una petición conocida como "Carta 08" en la que se pedían profundas reformas políticas.
En 2010, su lucha por la por la democracia y los derechos humanos en China le valieron el premio Nobel de la Paz, hecho que irritó a las autoridades de dicho país. Su mujer, Liu Xia, también fue puesta bajo arresto domiciliario.
Liu Xiaobo es el primer premio Nobel de la Paz que muere en prisión desde 1938, cuando el pacifista Carl von Ossietzky falleció en un hospital, arrestado por el régimen nazi en Alemania.
Había sido recientemente trasladado desde la cárcel a un hospital en Shenyang. La oficina jurídica de la ciudad, en el noreste del país, dijo en un corto comunicado publicado en su sitio web que Liu sufrió una falla orgánica múltiple y los esfuerzos por salvarlo no tuvieron éxito. Pese a que se le aplicaron múltiples formas de tratamiento, su enfermedad continuó agravándose, añadió.
Grupos de derechos humanos y gobiernos occidentales habían instado a China a permitir que Liu y su esposa, la poetisa Liu Xia, dejaran el país para buscar tratamiento en el exterior como él quería. Pero el gobierno advirtió en reiteradas ocasiones contra una interferencia y dijo que Liu era tratado por reconocidos expertos chinos en cáncer.
Pekín permitió a dos médicos extranjeros, de Estados Unidos y Alemania, visitar a Liu el sábado y los doctores dijeron después que consideraban que era seguro que viajara al exterior. Los médicos dijeron que Liu y su familia habían pedido que el resto de su tratamiento se le brindara en uno de esos dos países.
El gobierno chino tiene una gran responsabilidad por la muerte de Liu, dijo la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen: "Nos parece profundamente alarmante que no haya sido traslado a una instalación donde pudiera recibir un tratamiento médico adecuado antes de llegar a la etapa terminal".