La 69ª Asamblea General de las Naciones Unidas comenzó hoy en Nueva York con un tema dominante: los conflictos bélicos y el papel del Consejo de Seguridad. La reunión comenzó con demoras, por lo que se espera que la presidenta Cristina Kirchner no hable antes de las 14.
La Presidenta, que hará foco en la pelea con los fondos buitre y la necesidad de establecer nuevas reglas para las reestructuraciones de deuda de los países, tiene el número 16 en el orden de mandatarios que subirán al estrado principal para brindar un discurso que no debe exceder de 15 mintuos.
La apertura estuvo a cargo del titular de la ONU, Ban Ki-Moon, quien pidió a los líderes mundiales que fomenten la esperanza entre tantas crisis y desastres.
“Hoy enfrentamos una profusión de desafíos crecientes. La gente clama por protección ante tanta avaricia e inequidad.Las Naciones Unidas deben responder a esa llamada”, manifestó.
Más de 130 Jefes de Estado y de gobierno participarán en el debate en una sede renovada que el titular de la ONU inauguró oficialmente y agradeció la contribución de los Estados miembros.
Ban Ki-Moon recordó los conflictos actuales en Ucrania, la República Centroafricana, Somalia, Iraq, Siria o Gaza, y manifestó que desde la Segunda Guerra Mundial no se había visto tal número de refugiados, desplazados y solicitantes de asilo.
También señaló que nunca antes se había pedido a las Naciones Unidas atender con urgencia las necesidades alimentarias de tanta gente.
En otro momento de su discurso señaló la importancia de que el Consejo de Seguridad actúe unido en la resolución de conflictos y pidió que la Asamblea también cumpla sus responsabilidades.
Al respecto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llamó a emprender una reforma genuina de ese organismo para sobreponerse a lo que calificó de parálisis e inacción frente a largas disputas y situarse en el frente de la promoción de la paz y prevención de nuevas amenazas.
“Un Consejo más representativo y más legítimo será también un Consejo más eficiente”, afirmó la mandataria y sugirió emprender la reforma durante el 70º aniversario de Naciones Unidas en 2015.
“El uso de la fuerza no puede eliminar las causas profundas de los conflictos. Eso es evidente en la persistencia de la cuestión de Palestina, en la masacre sistemática del pueblo sirio en la trágica reestructuraciónde Iraq, la grave inseguridad en Libia, los conflictos en el Sahel y los enfrentamientosen Ucrania”, sostuvo.
“Con cada intervención militar no caminamos hacia la paz, sino hacia el deterioro de esos conflictos”, agregó.
Dilma también abordó la situación de desigualdad que afecta a América Latina como uno de los mayores problemas de la región.
En ese sentido, dijo que Brasil ha fortalecido las raíces de su democracia e intensificado sus esfuerzos hacia un desarrollo económico más justo, inclusivo y sustentable.
A su turno, el presidente de los Estados Unidos Barack Obama puso el foco en conflicto su país mantiene con el grupo yihadista Estado Islámico.
Obama, prometió mantener la presión militar sobre los milicianos del EI y pidió a quienes se han unido al grupo en Irak y Siria que "dejen el campo de batalla mientras puedan".
Sobre Ucrania, dijo que si Rusia sigue el camino de la paz y de la diplomacia, EE.UU. levantará sus sanciones.
Además, pidió que más países se comprometan a luchar contra el brote de ébola en África Occidental.